miércoles, 14 de marzo de 2018

Nubes de humo, la foto vacía de Macri y Vidal que suena cada vez más fuerte para la sucesión

El macrismo no la está pasando bien frente a algunas manifestaciones de descontento social. Por esta razón, se viven horas de tensión en la Casa Rosada, donde se barajan múltiples posibilidades para salir de la encrucijada. Macri trató de mandar una señal de optimismo en su discurso al inaugurar el periodo 136 de sesiones legislativas, pero no alcanza ante la falta de logros en el campo económico.




Señaló con énfasis que "lo peor ya pasó", pero se metió en un pantano con "el crecimiento invisible", porque lo que no se ve, la gente no lo palpa. Tampoco reveló que de aquí a julio, los ministros ya están instruidos para mandar otra batería de aumentos en los servicios como la luz,  el gas y el agua, ya que después comenzará la cuenta regresiva para el año electoral y el oficialismo no quiere que le hagan olas. El Presidente lo que hizo, fue salir a defender una vez más el rumbo económico cuando las expectativas ya están chamuscadas como dan cuenta las encuestas. Son palabras vacías, como las que utilizó en su momento para mantener en alto la esperanza, cuando habló del segundo semestre y los brotes verdes que se terminaron secando en la larga espera. No obstante, el cierre aunque sin globos, contó con la más pura épica amarilla : llamó a los legisladores oficialistas a sentir “el orgullo de pertenecer a la generación que está cambiando la Argentina para siempre”. Le respondieron entonando el clásico “sí, se puede”. 
Veinticuatro horas después de su mensaje, Macri le pidió a sus espadas no hablar más de la "situación heredada" y poner un ojo en la agenda del futuro, en línea con lo que planteó en la inauguración de las sesiones ordinarias. También reclamó "contagiar el entusiasmo de la gestión". Es que cerca del jefe de Estado dan cuenta de que hay un abismo entre la gestión y la "percepción". Es decir, entre la realidad y lo que percibe la sociedad. Es la justificación del entorno presidencial para chapear con algunos repuntes de la economía, como la venta de autos o de cemento.
 
EL ORIGEN DEL "MMLPQTP"
 
El rumor de pasillo de la Casa Rosada da cuenta que Macri y su jefe de Gabinete, Marcos Peña están convencidos que el origen de los enojos que se observan a través de cánticos en las cancha y la proliferación del "MMLPQTP" no tendrían otro motivo que el fútbol. Pero hay dirigentes importantes del equipo amarillo que tienen otra percepción. Observan que el fútbol puede estar sirviendo como válvula de escape de un malestar que, sin reconocer picos, se comenzó a viralizar desde la reforma previsional y luego se retroalimentó con los aumentos de tarifas y la inflación persistente. 
La posición gradualista que enarboló Macri ante el Congreso, lleva indisimuladamente el ADN de Jaime Durán Barba. Su “gurú” insiste en la intimidad con que si se hace un ajuste duro, habrá riesgo de terminar el gobierno antes de tiempo. Estas ideas de ir lento pero seguro fueron incorporadas al mensaje por Marcos Peña. El núcleo duro de la Casa Rosada considera que la marcha económica es buena.
Frente a la sucesión de vaivenes. la oposición ha percibido que el Gobierno está bajo de defensas para dar respuestas y mandó sus tanques a entreverarse en la guerra dialéctica. Se ha reflotado peligrosamente la posibilidad de que pudiera ponerse en juego la gobernabilidad y hasta se plantearon paisajes apocalípticos, como el de querer comparar la situación con el 2001. 
 
DUDAS SOBRE LA GOBERNABILIDAD
 
Las espadas de Peña que no se cansan de imaginar escenarios conspirativos, creen que forma parte de un plan para desgastar la figura presidencial y hacen ingentes esfuerzos para revertir la situación. Para ello han comenzado con las nubes de humo para desviar el foco de atención. La idea es posicionar temas mediáticos,  como quererle cobrar en los hospitales a los extranjeros no residentes, de lo cual tuvieron que bajarse por la bronca que despertó entre sus socios radicales.
Hoy quedan pocas dudas, si es que subsiste alguna, de que la sorpresiva instalación del tema del aborto también fue una movida política del Gobierno. Un modo de sacar de foco el tiempo difícil que atraviesa y, de paso, correr al cristinismo por izquierda. Es otra jugada de ajedrez de Durán Barba, que como en el caso Chocobar construye puentes para la polémica, para que los medios no avancen sobre la decreciente imagen del Gobierno y del propio Presidente que esta pasando de ser transitoria a continua y difícil de revertir sino aparece un conejo salvador eyectado del fondo de la galera. 
Desde la oposición que sueña con recuperar protagonismo de altura en el 2019, ya han comenzado a dispararse las primeras bengalas advirtiendo que la situación puede desmadrarse. Al punto que el ex ministro de Hacienda de este gobierno, Alfonso Prat-Gay sostuvo  que a pesar del triunfo electoral de las elecciones de medio término “volvieron las dudas” sobre la gobernabilidad del presidente Mauricio Macri que existían al inicio de su gestión. Señaló que es consecuencia de los “episodios de diciembre (por el conflicto social) y los últimos enfrentamientos con el sindicalismo”.
Prat-Gay indicó que estas dudas renovadas “son una oportunidad para que el Gobierno ratifique el rumbo del gradualismo que es el único posible. Que tenga voceros, yo siempre dije que sea uno en lo económico, pero ya que hay varios, que expliquen el rumbo y que las cosas se vayan ordenando”.
 
CUESTION DE PESO
 
No hay que perder de vista que en los últimos 12 meses el peso se devaluó el 30,2% anual, el gasoil subió el 28,7% anual, y la inflación los corre de atrás, pero con posibilidades de alcanzarlos a la vuelta de la esquina.
Otro al que le preocupa el momento que se vive y que lo comparó con "una situación es similar a la del 2001", es al ex presidente Eduardo Duhalde, quien además criticó la reacción de algunos ministros ante los reclamos. "No hay que agredir. Hablan de las mafias, quizás les aconsejen eso los asesores de campaña, pero así no sirve", explicó. 
Duhalde precisó que comenzará a trabajar desde el 15 de marzo próximo por la unificación del justicialismo y que para ello "el problema es la provincia de Buenos Aires, que es gobernada desde hace muchos años por el presidente de turno. No logró su independencia", indicó. Para Duhalde, "lo que tenemos que hacer, es lo mismo que en 2001, una coalición para gobernar".
Difícilmente Macri escuche esos consejos. Es cierto que el “acuerdo social” tiene mala prensa en Argentina, y tiende a generar la idea de un gobierno débil, pero una gran paritaria macroeconómica por un tiempo limitado, tal vez hasta fin de año, podría ayudar a frenar la inercia inflacionaria, y crear condiciones para establecer otras políticas como el nivel del dólar, el compromiso para la realización de inversiones productivas y moderar los incrementos salariales atados a los compromisos empresarios de contener los precios. Y por qué no, plantear algunos cambios en las reglas laborales, como las indemnizaciones, por mecanismos que no resten protección a los trabajadores pero que no sean una limitación para la contratación de personal, en particular en las pequeñas y medianas empresas del sector servicios.
También provocan perplejidad y lo único que hacen es echar más leña al fuego, las palabras de la volcánica Elisa Carrió que calificó de "familia de criminales" a los Moyano. Del otro lado del río respondieron con denuncias de "enriquecimiento ilícito" sobre la diputada Graciela Ocaña. Esta guerra puede terminar en un escenario de difícil retorno para recomponer el marco de diálogo que se requiere en estos momentos para no ensanchar la grieta.
 
ESPERANDO EL MUNDIAL
 
Mientras tanto, como buen futbolero, Macri sueña con la llegada del mundial de Rusia y así poner en el freezer la espina molesta de la economía. El objetivo de instalar temas polémicos para el Gobierno es ganar tiempo hasta que la pelotita empiece a rodar por obra y gracia de los muchachos de Sampaoli. Me hace recordar cuando Carlos Menem nos quiso hacer creer a todos que iba a correr el  histórico edificio del ministerio de Salud ubicado en la avenida 9 de Julio. Fue en medio de las denuncias de corrupción que le llovían.Casi todos los oficialismos del mundo, y de la Argentina también, propusieron a la sociedad temas de esta envergadura para copar la agenda cuando las papas les estaban quemando.
Lo que no se puede dejar de subrayar, es que esta estrategia tiene un costo: ya está causando rispideces con los propios diputados y senadores de Cambiemos. "Se sacan todo de encima y lo mandan para acá", se quejan en el interbloque oficialista en la Cámara Baja.
Frente a este escenario, las redes sociales que siempre están atentas y nunca perdonan, colaboraron para sembrar inquinas. Tras el discurso de apertura de sesiones ordinarias, se viralizó una foto de Macri saludando en dirección a una plaza que estaba vacía, a excepción de los efectivos de seguridad que formaron parte del operativo en el Congreso. Ni lerdo ni perezoso, el dipytado Felipe Solá tuiteó: "El estruendoso encuentro de Macri con el Pueblo. Al salir, se dio cuenta de que no se equivocó de discurso. Se equivocó de país". Por su parte, la jefa de bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño se subió al tren y  sostuvo que el "crecimiento invisible" al que se refirió Macri “es tan invisible que nadie lo ve, sólo los amigos de él”. 
El Presidente en esta cuestión cometió un dislate y le sirvió la pelota en el área a sus oponentes. Debe entender que si las mejoras no son visibles para la gente, no sirven porque no existen. Mientras tanto, a nivel Parlamentario el peronismo que es un tiburón hambriento cuando olfatea sangre,  comenzó a armar un equipo de notables economistas para marcarle la cancha al Gobierno.
Miguel Peirano, Diego Bossio, Marco Lavagna y Osvaldo Giordano son algunos de los nombres del "dream team" en formación que coordina el senador Miguel Pichetto, en diálogo permanente con Sergio Massa y los gobernadores peronistas, que lo eligieron para ese rol con el aval del tigrense. 
 
LA DAMA PARA LA SUCESION
 
Frente a este escenario y como si se tratara de un partido de ajedrez, el oficialismo bonaerense colocó a su dama sobre el tablero esperando una movida estratégica si la realidad lo ordena. Lo vengo sosteniendo desde esta columna hace un tiempo y empieza a adquirir visos de realidad. Es el posicionamiento de María Eugenia Vidal , que ya tiene impulsores para catapultarla de a poco como aspirante a ocupar el sillón de Rivadavia. En esa dirección, en un sector del PRO ya hablan de presentar a la gobernadora como candidata a presidenta en 2019, descartando así la postulación de Mauricio Macri para un segundo mandato y de paso cerrarle el camino al arrollador Marcos Peña. 
Creen que la mejor jugada que puede aplicar Macri es hacerse un costado y pasar a la historia como el presidente que "salvó a la Argentina del populismo", como suele repetir Elisa Carrió. Hoy por hoy, nadie discute que Vidal es la dirigente política que mejor mide en el país. Aunque la idea es rechazada de plano por un sector importante del Gobierno, entre ellos los halcones de Marcos Peña, no faltan quienes le advierten a Macri que un segundo mandato sería aún más desgastante que el primero y su inquilinato en la Casa Rosada estaría signado por una pelea a brazo partido por la sucesión.
El vidalísmo empezó a germinar de manera ambiciosa, pero en el elenco amarillo nadie se atreve a llevar aún la bandera hacia lo más alto del mástil. No obstante, hay un dato sugestivo para entender que algo se cocina a fuego lento: se viralizó rápido dentro del PRO una foto que subió a su Whatsapp el ex legislador porteño Roberto Quattromano, hombre del riñón de Cristian Ritondo, quién publicó una imagen junto a la gobernadora y la leyenda "Vidal 2019". Si ello se concreta, Vidal deberá vencer entre  los varios obstáculos que pueden aparecer en el camino, la maldición de la calle 6. Tiene que ver con que ningún gobernador de Buenos Aires llegó a la presidencia por el voto popular. El partido recién empieza.

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