lunes, 27 de marzo de 2017

El crudo otoño de Macri, frente al "club del helicóptero" y la protesta que crece

Mauricio Macri está con la vara bien alta, dispuesto a no ceder un metro frente a las presiones y los reclamos que le caen como una lluvia ácida en el arranque del otoño. Con la llegada de las hojas muertas, la protesta ha invadido las calles. Hay datos que preocupan, como que el 49% de los bonaerenses no llegan a fin de mes. En ese contexto, dirigentes políticos como Alberto Fernández, atribuyen las causas a la inercia de los hombres del Presidente.


El ex jefe de Gabinete sostiene que el "dream team" del Gobierno "está dormido". La visión coincide con la del periodista Marcelo Longobardi, que asegura que "el gabinete de Macri es un jardín de infantes". Son voces críticas, que en su momento apoyaron el cambio. Pero que hoy muestran su decepción frente a la falta de ideas para revertir la situación económica.
El propio Presidente también apareció en el radar de los comentarios adversos. Durante la última semana, el país, quedó perplejo por los efectos demoledores de la denominada "mesaza" de Mirtha Legrand. La diva descolocó a Macri de manera inesperada y sin gente que lo asista para tirarle un salvavidas. Que la señora de la tele le haya dicho al gobierno que "ustedes no ven la realidad", puede pasar como un reto de alguien a esta altura de la vida casi inimputable. Pero cobra relevancia y hasta parecería un exceso de confianza, el haberlo hecho en la quinta de Olivos, la casa del Presidente. 
Lo más grave, es que Mauricio Macri careció de los reflejos suficientes y hasta equivocó el haber mínimo de los jubilados, con lo cual se ganó un aplazo sin atenuantes frente a la opinión pública. Los nueve mil y pico con que Macri le contestó a Mirtha, tal vez hayan alegrado a miles de abuelos que aunque sea por un instante, se vieron venir el sueño de un aumentazo, frente a la mínima que cobran hoy de apenas $6.377. Otro macanazo, y van...
LA CONFLICTIVIDAD EN LA CRESTA DE LA OLA
El actual momento, pareciera ser uno de los más complicados del gobierno, al que le llueven los golpes de la oposición por los lugares más sensibles.Una muestra de ello, es el grado de conflictividad a punto de hervor en las calles. Es la prueba que el experimento económico y social que timonea el oficialismo, no encuentra la pregonada luz al final del túnel. 
Por estas horas, ha surgido un nuevo argumento que habrá que ver hasta dónde lo compra la gente. En sintonía con las voces de economistas de distinto pelaje, el entorno de Mauricio Macri cree que entre abril y junio se dará el ansiado derrame económico. Será cuando la inflación muestre una mayor desaceleración, la reactivación de la obra pública sea un hecho y se dinamice la construcción. Otra apuesta, son los créditos para viviendas del Banco Nación a 30 años, sumado a los del Provincia y el Ciudad y las paritarias otorguen alguna mejora al salario real, que permita un repunte del consumo masivo, madre de todas las batallas en tiempos electorales.
No obstante, hay un dato que preocupa en la Casa Rosada. Con la llegada del otoño, la imagen presidencial sigue en franco descenso. Más de medio país desaprueba la gestión. según las últimas encuestas. Los signos de debilidad que brotan desde los despachos oficiales, ya fueron percibidos por los grupos hostiles al macrismo. Son los que con rostros cubiertos y palos, sacan a diario a varear el malhumor en las calles con el ánimo de darle visibilidad al reclamo.
LA DENUNCIA DE UN CLIMA DESTITUYENTE
En las tertulias de las mesas de cafe, se exterioriza también la fatiga que muestra la gestión. El "yo lo voté, pero no entiendo lo que está haciendo..." es otra frase que se reproduce como hongos venenosos y que patentiza la decepción frente a lo que que se prometió y que no termina de llegar, muriendo en anuncios de mejores trimestres que no florecen. Es el peor síntoma para el Gobierno, en un año electoral, donde el resultado de la contienda si le es esquivo, puede empujarlo a terminar pidiendo la hora en los dos años que le restan. 
Ese contexto, ha provocado que múltiples intelectuales y partidarios de Cambiemos denunciaran un plan de desestabilización. Se lo denomina "clima destituyente", palabras que en los últimos años acompañaron también a gestiones anteriores, cuando había que justificar situaciones de tensión por los desaciertos. No obstante, había una diferencia sustancial: estaba el peronismo en el poder y manipulaba el manual del miedo con la maestría que lo caracteriza. 
Frente a este escenario, y con un Gobierno que tiene que juntar hasta los últimos porotos para aprobar las leyes, la historia es diferente. No obstante, el denominado "club del helicóptero" no tiene techo. Sigue funcionando a pleno, aunque no haya datos concretos de golpismo expreso. Una prueba de ello , es que de la propia jefatura de Gabinete, funcionarios nacionales hicieron circular nuevamente una filmación de mayo de 2016, donde se planteaba "sacar a Macri del poder". Tiene que ver con la inauguración de un local de la denominada Tendencia Piquetera Revolucionaria en Avellaneda, del que participaron figuras ultra K como el intendente anfitrión Jorge Ferraresi, Luis D'Elía y Andrés "Cuervo" Larroque. Fue justo cuando transcurrían seis meses de gobierno de Cambiemos. En el Ministerio de Seguridad, en tanto, circula un volante firmado por un "Partido Piquetero", que el Gobierno atribuye al kirchnerismo. En el paper se invita a participar de un marzo "obrero y antimacrista". También se propone "un mes de protestas, paros nacionales" y el "juicio político a Macri".
Repartido  durante febrero, el volante incentivaba la concurrencia a 14 manifestaciones previstas para marzo, incluida la del paro general de la CGT, que finalmente la central obrera bicicleteó para el 6 de abril.
EL QUE LE VAYA MAL, PERO QUE NO SE CAIGA
El Gobierno equivoca el camino, al darle entidad a estos grupos marginales de la política, sobre todo cuando lleva 15 meses de gestión y estas fotos color sepia no le hacen bien a la democracia. También fue poco felíz la frase del dirigente platense Carlos De Feo en la marcha federal de los docentes que confluyó en Plaza de Mayo, al señalar que "al Presidente queremos que le vaya mal, pero que no se caiga.Queremos construir calle en la lucha".
La cadena nacional de la insatisfacción, ha abierto un abanico de opiniones. Marcos Novaro, un intelectual muy critico del kirchnerismo, sostiene  que se encuentra en marcha un asedio de claro tono antidemocrático, similar al que la CGT de Saúl Ubaldini y el Pj de entonces, coronaron en 13 paros generales contra Raúl Alfonsín. En cambio, para el ex presidente Eduardo Duhalde, acusado por Elisa Carrió y Fernando de la Rúa de pilotear el helicóptero que eyectó del poder al jefe de la Alianza, el supuesto esquema de desgaste asociado al peronismo en la oposición, "es un mito y tampoco ocurre ahora". El ex presidente alertó al Gobierno que debe tener mucho cuidado y "no actuar con bravuconadas sacando a los manifestantes de los cortes de calle porque la gente está muy enojada y una chispita puede generar un incendio en la Argentina, ya que es muy delicada la situación que vivimos".
No es poco lo de Duhalde, ya que quiere volver a recuperar el control del Pj, para cerrarle el camino a Cristina Kirchner y ayudar a Macri a ganar gobernabilidad. 
FRENTE AL FANTASMA DE KOSTEKI Y SANTILLAN
Por el lado de las organizaciones sociales, Emilio Pérsico, el jefe del Movimiento Evita, avivó el fuego y amenaza con iniciar una peligrosa escalada de cortes de rutas. Esta modalidad prepotente, que no se registra en ningún país del mundo, es altamente preocupante para el Gobierno que no encuentra la forma de disuadirla de manera pacífica y a través del diálogo. Los proyectos que están en danza son de difícil materialización, ya que en todos ellos ronda el temor al fantasma del caso Kosteki-Santillán.
Sin embargo, del lado de la Justicia llegó una señal alentadora. El fiscal bonaerense Marcelo Romero denunció a Pérsico por "apología del delito e incitación a la violencia colectiva". Romero hizo una presentación de oficio, donde entiende que Pérsico está poniendo en riesgo las instituciones e incitando a cortar rutas, lo que constituye un delito federal. Se trata de la primera reacción efectiva de la Justicia, que hasta ahora se ha mantenido al margen del debate en el gobierno sobre cómo evitar los cortes de calles y rutas sin reprimir la protesta social.
Según un estudio de la consultora Diagnóstico Político, que se dedica desde el 2009 a medir el fenómeno, durante el 2015, el último año del kirchnerismo, se efectuaron 6323 cortes de la vía pública contra 6491 del 2016, el tiempo que lleva Macri en el poder. La región más castigada fue Buenos Aires, aunque la de mayor visibilidad e impacto, siempre es la Capital. Marzo presenta un récord: 62 contra 53 del mismo mes del 2016.
Para los observadores políticos, el macrismo carece de respuestas lineales. Tiene como objetivo central ganar las elecciones de octubre. Pero hay que decir que desde los referentes internos ligados a la política discuten si la mejor manera de perseguir esa meta es mantener a rajatabla el camino actual o aflojar un poco la rienda del compromiso de reducir el déficit fiscal y derramar algo más de fondos públicos para solucionar conflictos como el docente y calmar la ansiedad de los piqueteros.
Macri está obstinado que hay que persistir en el rumbo asumido y no aflojar un metro. Sostiene que todas las crisis tuvieron un origen fiscal que derivó en ajustes, devaluaciones, exceso de endeudamiento y terminaron en default.
NI UN METRO PARA CONCESIONES
Por eso no dio la orden de abrir la mano para calmar la ola de reclamos. Está seguro de que si hacen una concesión, enseguida vendrán otras, tal como sucedió en 2016. Lo único que los hace dudar es la visión externa. Hay que decir que la estrategia de confrontación con los gremios docentes fue planificada y su rumbo se mantendrá inalterable.
El Presidente está convencido que es el sendero para generar un cambio profundo en la manera en que se dirimen los conflictos.No habrá marcha atrás. Entre los argumentos que esgrime el jefe de Estado para llevar el enfrentamiento con los docentes a un punto máximo, significará una manera de poner límite a los reclamos, involucrar a los gobernadores y defender la meta que se trazó para el déficit fiscal. Macri ha dicho que la situación de la educación pública en la Argentina es crítica y necesita de una revolución. Esa postal que hizo pública esta semana con la presentación de la evaluación Aprender 2016, hizo que el jefe de Estado deje atrás las ambiguedades.
Hay quienes sostienen que las inversiones extranjeras llegarán cuando haya un triunfo electoral que garantice gobernabilidad a largo plazo. Otras voces plantean que si el país vuelve a las tropelías y desatiende la tarea de achicar el rojo fiscal, recreará la foto de un Estado que sigue siendo adicto al gasto.
Finalmente, los maestros también subieron la vara. Hicieron su  multitudinaria demostración de fuerza en Plaza de Mayo, con más de 400 mil almas. El próximo jueves 30, la CTA también movilizará lo suyo y el 6 de abril la CGT pondrá toda la carne al asador . Ese día, el paro general será el auditor de la gestión de Cambiemos. Estará en la madurez del Gobierno realizar una profunda lectura de lo que está ocurriendo y si es necesario, enderezar el barco lo más que se pueda. No hay que olvidar que históricamente, cuando el peronismo está herido y desordenado, es la central obrera la que sale a organizarlo.Si lo logra, el escenario podría complicarse aún más y agitaría los miedos del pasado.


No hay comentarios: