martes, 3 de enero de 2017

Después de una travesía de 50 años el tren eléctrico ya pide andén en La Plata

La electrificación de los 50 kilómetros de vías que unen La Plata con Plaza Constitución, es una historia de más de cinco décadas, cargada de promesas incumplidas, maniobras políticas y debates estériles. El Roca es un tren emblemático de la clase trabajadora. Entre todos sus ramales, traslada a más 10 millones de personas por mes. Sólo de La Plata, son 180 mil los obreros, oficinistas, estudiantes, profesionales y buscavidas que se convierten en sus obligados usuarios. Finalmente, después de marchas y contramarchas, la última parada en La Plata, tiene fecha de arribo, para mediados de marzo.


El broche de cierre se comenzará a dar a mediados de enero, cuando se realicen las pruebas para la llegada de las formaciones a las estaciones Villa Elisa y City Bell. Antes deberá concretarse una obra fundamental: levantar los andenes en las paradas de Villa Elisa. Gonnet, Ringuelet y Tolosa. Es para estar acordes con los nuevos trenes de origen chino, que son más altos que los antiguos vagones del servicio diesel y con puertas corredizas, a diferencia de los coches con escalones que funcionaron hasta septiembre del 2015. Para las próximas semanas se espera el primer simulacro, con los operarios cumpliendo horarios y haciendo las paradas como si fuera un viaje regular, pero sin pasajeros.
QUEJAS POR LARGAS ESPERAS
El 13 de junio el servicio electrificado llegó hasta Berazategui. Cuando en marzo arribe a La Plata, aseguran que se generarán 1.200 puestos de trabajo directos. Mientras tanto, los pasajeros del Roca han renovado sus quejas por las largas colas que sufren a diario y el prolongado tiempo de espera de los colectivos que los trasladan hasta Berazategui.
Son muchas las horas que hoy se pierden quienes viajan desde La Plata. Cuando comenzaron las obras, el servicio de colectivos era más fluído. Hoy las esperas son más prolongadas porque redujeron la frecuencia y generalmente se viaja parado. "Hace un año que padecemos esta situación y estamos en la vía, esperando una solución", señalan con ironía los sufridos usuarios.
Durante la gestión de Florencio Randazzo como ministro de Transporte, los pasajeros eran trasladados en vehículos nuevos, con aire acondicionado y mayor frecuencia. Los llevaban hasta Constitución haciendo diferentes paradas previas. El alquiler de esos colectivos le insumía al Estado un costo de 500 mil pesos diarios, "pero nadie se quejaba", agregó una fuente confiable.
MAS DE NUEVES MESES DE ATRASO
Hoy el ramal Constitución- La Plata lleva más de 9 meses de atraso en el proyecto de electrificación.Tiene que ver con que en diciembre del 2015 solo se había instalado estructura básica. Es decir, postes y catenarias, que son las líneas aéreas colgantes que alimentan de electricidad al material rodante. La explicación que se dio desde la órbita oficial, es que no estaban previstos elementos básicos como el suministro de energía para alimentar a los trenes. Tampoco se habían construido las subestaciones y realizado los ajustes necesarios para garantizar conexiones eléctricas seguras, ni la elevación de los andenes para adecuarlos a los nuevos coches. Hubo que replantear entonces todo el diseño, aclararon las fuentes del Ministerio de Transporte de la Nación.
 Los equipos que llegarán son nuevos, con capacidad para dos mil personas. Están dotados de aire acondicionado, iluminación LED, sistemas de información visuales y auditivos, puertas inteligentes, furgón para bicicletas y espacios reservados para personas con movilidad reducida. Otro de los obstáculos en el desarrollo del plan de electrificación es la construcción del viaducto en Ringuelet. Se trata de dos puentes paralelos de mil metros de extensión que unen esa localidad con Tolosa y que permite que los trenes puedan circular a gran velocidad y en forma segura, reduciendo los tiempos de viaje. Desde que comenzó el proyecto, hasta la inauguración final se habrán invertido 250 millones de dólares. Se trata de un tendido de 237 kilómetros, 70 estaciones y 8 ramales.
LA MAS EXTENSA DE LA REGION
 La línea Roca es la más extensa de la región metropolitana. Comunica a la estación cabecera de Constitución con 14 partidos del Gran Buenos Aires. Esa amplia franja  abarca Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Morón, Esteban Echeverría, Ezeiza, Cañuelas, Almirante Brown, Presidente Perón, San Vicente, Florencio Varela, Quilmes, Berazategui y La Plata, transportando 440 mil pasajeros por día.
Otro de los temas pendientes para la finalización de la obra es el debate por el tramo final. Vecinos y técnicos platenses propusieron un soterramiento de los últimos dos mil metros de vías, antes de llegar a la estación de 1 y 44, al solo efecto de evitar la división de los barrios que quedaban de un lado y de otro de la vía. En Tolosa solamente se juntaron más de diez mil firmas apoyando esta iniciativa. Hay expertos  que se inclinan por la continuidad del proyecto original, consideran que ese emprendimiento tendría un costo de 3 mil millones de pesos y en las condiciones actuales sería difícil de realizar. 
Otro de los puntos de discusión es el cruce entre las avenidas 1 y 32, donde se generan extensos puntos de congestionamientos, ya que se trata de  uno de los puntos obligados para salir de la ciudad hasta la autopista a Buenos Aires. El plan de electrificación contempla un paso bajo nivel, que debería estar terminado en tres meses y que es muy resistido por los vecinos de la zona.
LOS TRENES DEL PASADO
Para hacer un poco de historia, hace más de 40 años el servicio de trenes entre La Plata y Constitución, era casi un lujo. Contaba con asientos de cuero mullidos y con elásticos y hasta un vagón comedor donde se podía leer el diario sobre las mesas y saborear un café o una gaseosa, atendidos por mozos con chaqueta. Casi todos los pasajeros sacaban el abono mensual y había rápidos que tardaban una hora en llegar a Plaza Constitución. Se podía ver por las ventanillas desde un gol de Bochini durante un partido de Independiente, como la notable actividad que había por ese entonces en los playones de los extinguidos frigoríficos CAP y La Negra.
 Pero en la década del noventa comenzó el desguace de casi todas las lineas ferroviarias, con la conocida frase del ex presidente Carlos Menem, "ramal que para, ramal que cierra". Así desaparecieron del mapa  cientos de pueblos.De casi 38 kilómetros de vías férreas, quedaron apenas 7.500 y la llegada de las privatizaciones y la corrupción pauperizaron el servicio y lo sumergieron en un caos. La gente aún viaja como ganado y la situación terminó en tragedias como la de Once, por  la falta de mantenimiento. 
"Algo está cambiando", anunciaban los afiches de la época pegados en las estaciones para encubrir una política realmente devastadora. El Roca entonces no pudo evitar el naufragio. Así fue el viaje hacia la decadencia que ofrecían los concesionarios y que terminó hundiendo el servicio. 
Claramente se favoreció entonces a las lineas de colectivos monopólicas, hoy dueñas de prestaciones muy caras para el bolsillo popular. Encima, prestan un servicio ineficiente. Con frecuencia se suele ver a los colectivos detenidos por desperfectos mecánicos a la vera de la autopista y a los pasajeros rezando para ser socorridos  a rayo del sol. La llegada del tren a La Plata hoy es una esperanza a un paso de su última parada. Significará un gran alivio para miles de pasajeros que ganarán en tiempo, viajarán de manera más confortable y encima ahorrarán dinero. 

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