Detectan que la maldita policía planeaba una navidad negra contra la gobernadora

En el Gobierno nacional, como en el bonaerense, tomaron nota que hay sectores con la firme intención de fogonear una "navidad negra".La diputada Elisa Carrió en las últimas horas fue en esa dirección y agregó una cuota de mayor tensión, al denunciar la existencia de grupos que "están buscando que haya un muerto para las fiestas de fin de año" y pidió "no caer en la emboscada". Esos rumores se reavivan con frecuencia. Pero esta vez las presunciones se aproximan mucho a la realidad.

En el Ministerio de Seguridad bonaerense, focalizaron por los dichos de un informante, un plan desestabilizador urdido por hombres pertenecientes a la denominada "maldita policía". Se trata, de una suerte de revancha de grupos residuales por la limpieza que se encaró  desde la gobernación por actos de corrupción. Algo que la gobernadora María Eugenia Vidal presentía, y que fue advertido en su momento desde esta columna, pero que ahora ha tomado cuerpo mediante un hecho preocupante: una posible alianza explosiva de ex uniformados con pibes chorros. 

La información que se maneja en la más estricta reserva, da cuenta que un grupo de ex altos jefes se reunieron con punteros históricos del conurbano. Fue para instrumentar un plan para que bandas de delincuentes abran las puertas del infierno en las fiestas navideñas. 

Aunque la versión no tomó estado público, se supo que cuatro comisarios del municipio de Tres de Febrero fueron desplazados del cargo por conspirar contra el gobierno bonaerense. Tres de Febrero es un distrito de 350 mil habitantes, donde hay emplazadas 12 comisarías. Durante 24 años seguidos gobernó ese territorio Hugo Curto, un histórico del peronismo, que hace un año perdió las elecciones frente al macrista Diego Valenzuela.

Hasta donde han ahondado las espadas de Cristian Ritondo, detrás de esta operación no hay estructuras políticas, sindicales, ni sociales importantes. Se trata  de un manotazo desesperado de dirigentes desprestigiados y hoy fuera de carrera, para recobrar protagonismo. 

A título preventivo, se montó una tarea de seguimiento. Se hizo inteligencia hacia las bandas de pibes chorros que sobreabundan por el Gran Buenos Aires. Según el plan, estos jóvenes, con zonas liberadas, serían los elegidos para provocar un escenario de caos, arrastrando a gente de condición humilde a producir incidentes y saqueos. 

Las potenciales zonas rojas donde están asentadas todas las miradas de los investigadores, son La Matanza, Moreno, Merlo, José C. Paz, San Martín, Avellaneda, Lomas de Zamora y Florencio Varela. Una de las precauciones que se han tomado desde el gobierno nacional, es sumar a 1.200 gendarmes a los ya 6.800 efectivos desplegados en lugares estratégicos del conurbano. Algunos intendentes señalan que el caldo de cultivo para probables desbordes, es la mezcla entre las necesidades que padecen muchos pobladores y la inseguridad reinante. 

En distritos como San Martín, que tiene 425 mil habitantes, desde el Gobierno están enviando camiones con alimentos para repartir en villas y asentamientos. Otra de las amenazas que tienen en cuenta los alcaldes, es la probable toma de tierras, lo cual puede desencadenar un descontrol mayor y más extendido. El comentarista de tenis, el periodista Guillermo Salatino denunció a través de su cuenta de Twitter que en la localidad de Los Polvorines, en el partido de Malvinas Argentinas, "los de la Cámpora le ofrecieron $800 a mi jardinero para realizar saqueos con encapuchados armados con palos".

 

En el marco del plan cerrojo frente a posibles incidentes,  se reforzará la vigilancia sobre 200 supermercados, entre ellos los chinos. Mientras tanto, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich trabaja para ponerle freno a quienes intenten alentar disturbios con intencionalidad política. 

En esa dirección, denunció ante la Justicia a titulares de cuentas de Facebook desde donde se incitaba a la violencia y a "voltear al Gobierno". La presentación, es el resultado del trabajo conjunto de la Policía Federal y la Agencia Federal de Inteligencia, donde participaron expertos en ciberseguridad.

 Allí se detectó el tráfico de agitación propagandística y la convocatoria a los saqueos que provenían de siete cuentas. Luego se reproducían y se diseminaban por las redes sociales. El primer efecto cerrojo se logró cuando esas cuentas de Facebook fueron cerradas o silenciadas, por los propios instigadores, desde el momento en que advirtieron que el Gobierno las había detectado y se aprestaba a denunciarlas. La mayoría de esos sitios estaban a nombre de personas inexistentes, excepto una, cuyo titular era una persona de apellido Chamorro, que sería miembro del partido MILES que regentea Luis D' Elía. El nombre del dirigente matancero ultra K, aparece en otra de las páginas investigadas, que tiene adjuntada una grabación del programa de radio que dirige. 

También se le atribuye a D'Elía el haber envíado a sus punteros a recorrer barrios de La Matanza buscando adherentes para consumar saqueos. En el ojo de los investigadores, además está en foco la Agrupación 5 de abril, que responde al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.

En la documentación presentada ante la Justicia figuran denuncias de planes desestablizadores impulsados por punteros políticos de un barrio de Lomas de Zamora, y en hipermercados chinos de Ezeiza, Avellaneda, Moreno, San Miguel y la zona sur del conurbano. 

También se detallan posibles ataques en Mar del Plata, Catamarca, Jujuy y Tierra del Fuego y se da cuenta de convocatorias a Plaza de Mayo para pedir la renuncia del Presidente.Lo que llamó la atención de las autoridades, es que algunos de esos mensajes incendiarios habían recibido unos 13 mil "me gusta". 

En el marco de las medidas de seguridad para garantizar la paz social, el gobierno bonaerense efectuó un desembolso millonario para Mar del Plata, una de las ciudades donde la pobreza y la desocupación pegan más fuerte. La gobernadora María Eugenia Vidal envió allí personalmente al ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre para desplegar una red de contención política. 

En el conurbano casi todos los municipios recibieron un apoyo extra para que puedan pagar sueldos y aguinaldos.  Pero la prioridad se estableció en Moreno. Se trata de un territorio donde la pobreza pega fuerte y donde gobierna el camporista Walter Festa, quien debe lidiar con la tropa de su antecesor, Mariano West, señalado como el hombre que tuvo un papel preponderante durante la tormenta política que acabó con el gobierno de la Alianza y de Fernando de la Rúa.

 Las cartas están echadas y el operativo cerrojo para desbaratar eventuales intentos de alterar el orden público, está funcionando a pleno en todos los frentes. El Gobierno no quioere sorpresas y las fiestas en paz, es una meta que aguarda toda la ciudadanía.