martes, 1 de noviembre de 2016

A dos meses de la temporada de verano Pinamar es una triste postal del abandono y la desidia

A dos meses del comienzo de la temporada de verano, Pinamar muestra su peor cara. El abandono y la desidia son el denominador común. Calles destruidas y plagadas de baches, oscuridad plena por la falta reposición de luminarias quemadas en la zona norte del bosque, lo cual favorece la inseguridad y los robos, pilas de ramas y basura por todos los rincones, además de las ruinas de muchos balnearios que están en nueva etapa de transformación, conforman un paisaje nunca visto en el coqueto balneario que alguna vez supo ocupar el lugar de estrella en la costa argentina.


Los vecinos sostienen que el intendente Martín Yeza, "que según sus declaraciones vino a traer el cambio, lo que ha hecho es transformar a Pinamar en una postal del deterioro. Se queja de la herencia recibida, pero lo primero que hizo fue aumentar el sueldo de los funcionarios". Los lugareños se quejan que el funcionario "se pasea por los programas de televisión sosteniendo que trajo el cambio, pero no lo vemos por las calles interiorizándose de los problemas, ni atendiendo las urgencias".
En el Corralón Municipal, donde se reciben las quejas por las cientos de luminarias quemadas, la respuesta de los empleados es calcada todos los días: "No hay insumos. Pedimos disculpas, esto nunca pasó, pero estamos bombardeados de reclamos y de arriba no nos dan soluciones". Hay vecinos como los de la zona de las calles Juncal y Nautilus, que aseguran que hace seis meses que vienen reclamando por las luminarias quemadas y la solución no llega. 
"Cuando cae la noche el lugar se convierte en una boca de lobos. Las zonas oscuras lo que favorecen son los robos y la inseguridad", sostienen. Además, los pinamarenses aseguran pagar "los impuestos más caros del país para que el intendente se ocupe solo de darle aumento a sus funcionarios. Es premiar la ineficiencia". 
Las quejas vienen porque el joven alcalde de Pinamar, Martín Yeza (PRO), decretó incrementos de entre el 98 y el 70 por ciento en los sueldos básicos de la planta política de la municipalidad. Con la firma del decreto 250/16, Yeza instrumentó los aumentos a 14 de sus funcionarios más cercanos. Además de la suba sobre el básico, el intendente sumó al sueldo de sus colaboradores dos bonificaciones de 16 mil pesos cada una en concepto de “bonificación por función” y “bonificación por disponibilidad horaria”. 
Diarios locales difundieron el recibo de sueldo del secretario de Salud, en el que constan ambos aumentos, que completan un sueldo de 42 mil pesos en mano. Yeza explicó que la remuneración corresponde “a los funcionarios que casi no duermen y tienen una dedicación exclusiva en temporada alta. Había un desfasaje. En Pinamar, cerca de 380 empleados municipales ganan arriba de 21 mil pesos, lo que hicimos fue equipararlos con los cargos jerárquicos, que pasarán a ganar lo mismo”, agregó. 
Con alquileres casi prohibitivos y el estado actual de abandono que muestra la zona balnearia, es probable que muchos turistas opten elegir por otros destinos para veranear.
El panorama es desolador en vísperas de la temporada de verano. El año pasado los turistas ya se habían quejado del abandono. Yeza sostuvo entonces que le habían dejado una comuna desmantelada. Un año después, ya no podrá echarle la culpa a la "herencia recibida", sino a su propia ineficiencia. Aún está a tiempo de corregir.

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