miércoles, 12 de octubre de 2016

La caja negra de 100 millones de la mafia policial y el plan para el blindaje de Vidal

Para Mauricio Macri, "blindar" la figura de María Eugenia Vidal de los efectos corrosivos de la denominada "maldita policía" y bajar la fiebre de la inseguridad en el conurbano, son prioridades impostergables. Las primeras espadas del Presidente están convencidos que parte de los graves episodios violentos ocurridos los últimos tiempos, tienen que ver con un pase de factura del "reino de la gorra", por la lucha que se libra desde la gobernación contra las cajas negras.


Se calcula que las comisarías venían recaudando cerca de 100 millones de pesos por mes, en su mayoría, dinero proveniente de la protección al narcotráfico. Por estas razones, surgió la decisión de mandar agentes federales para armar una suerte de anillo de protección para la gobernadora y calmar de paso la ola de miedo que padecen los vecinos del Gran Buenos Aires, que no confían ni en su propia policía. 
No obstante, la movida tiene además un costado político. Vidal hoy es la dirigente con mejor imagen positiva a nivel nacional (entre el 55 y 60%) . Se convierte así en una pieza clave para sumar votos en las elecciones del año próximo. Aunque la mandataria no participe como candidata, con un peronismo fracturado, la vidriera de Buenos Aires podría acercarle  a Cambiemos  los escaños necesarios para no debilitarse en el parlamento en lo que le queda de gestión hasta el 2019. 
Frente a ese escenario, la Bonaerense es como una piedra en el zapato. El ministro de Seguridad, Cristian Ritondo aseguró en las últimas horas que de los 86 mil efectivos con los que cuenta la fuerza, sólo 51 mil están abocados directamente a combatir la inseguridad. “Tenemos 10.000  con carpetas médicas o que están suspendidos y otros 12 mil que realizan tareas administrativas”, señaló el funcionario. El resto, alrededor de 15 mil, integran las Policías locales que dependen de los municipios. Y de allí, hay unos 1.500 que aparecen con problemas psiquiátricos por haber sido mal evaluados durante el ingreso. Y como si fuera poco, uno de cada cuatro no está capacitado para ocupar esas funciones."Son verdaderas bombas de tiempo en las calles, ya que no sólo pueden reaccionar con gatillo fácil frente a una situación límite, sino que además están expuestos a perder la vida por su falta de profesionalismo". La radiografía es más que oscura: en nueve meses, 5.000 mil policías resultaron investigados por Asuntos Internos y 1700 ya fueron echados de la fuerza.
RETENES EN LAS ZONAS MAS CALIENTES
Esta logística se revela insuficiente o poco operativa para combatir el delito en los 33 distritos del Gran Buenos Aires y las principales capitales del Interior, como Mar del Plata y 
La Plata. Por eso, allí llegarán en forma gradual 7100 efectivos de la PF, gendarmes y prefectos. La tarea de estas fuerzas es disuasiva. Se establecerán retenes y apostamientos en cuatro zonas estratégica del Conurbano. Algunas de ellas, como los municipios que integran el Departamento Judicial de Lomas de Zamora, que alcanza 16 homicidios por cada 100.000 habitantes, cuando la media en el país es 6,6 por cada 100.000.
En el Gobierno atribuyen una parte de esta plaga de inseguridad a las medidas adoptadas contra la “cajas” de recaudación ilegal de la Policía, entre ellas el narcotráfico, la prostitución y el juego clandestino. Y, según el ministro del área, Cristian Ritondo, “al evidente avance en la lucha contra la droga, que provoca reacciones típicas de las mafias cuando son atacadas en sus bases de sustentación”. 
Los sueldos de los policías son una gran simulación. Un comisario cobra alrededor de 25 mil pesos, cuando el promedio de un par en la Metropolitana, pisa los 60 mil. En lineas generales, las comisarías se financian con el delito. Se especula con que mensualmente se recaudaban entre 80 y 100 millones de pesos. El saneamiento que pretende Vidal se proyecta en una cruzada contra el juego clandestino, que mueve alrededor de 50 mil millones de pesos al año. Pero un avezado investigador contó que "la plata fuerte viene del Paco. Peleando contra el juego lo que van a hacer es echar más policías en brazos de la droga". En los asentamientos del conurbano funcionan búnkeres, con clientes que circulan día y noche. Son custodiadas por cuatro o cinco adolescentes, denominados los "soldaditos de la droga" que asisten al dealer. En la mayoría de los casos son mujeres, que vienen de otros barrios y pasan en la casilla una semana, sin salir, abasteciendo a los consumidores. Cuando la policía los desaloja, inmediatamente abren otro búnker cerca. La conexión policial con estos delitos es evidente. Hace 15 días el juez Claudio Bonadio detuvo a la conducción de la comisaría de Villa Fiorito, en Lomas de Zamora, por cobrar $ 160.000 por mes a Edwin García Jara, "Bolongo", el narco de la zona.
EL GRUPO HALCON EN DECADENCIA
Esta es la postal dramática de una estructura esclerosada por la corrupción. No hay que  olvidar, que tres uniformados  son detenidos a diario por sus vínculos con el delito. Hasta el Grupo Halcón, la fuerza más importante integrada por 75 comandos, pasa por su peor momento frente a la desinversión en materia de armamento y provisiones indispensables. Halcón es una de las pocas "joyas" confiables que puede exhibir el gobierno bonaerense en materia de seguridad . Se trata de hombres muy bien adiestrados que están dispuestos a entregar la vida en situaciones límites para salvar rehenes. La gobernadora supervisó hace unos días el entrenamiento de estos efectivos en la Escuela Juan Vucetich y quedó perpleja. "Escuchó frases como ."preferimos morir salvando vidas y defendiendo la Ley y no de un ACV o un accidente de tránsito". Un oficial le confesó que "hace 10 años que no se nos renueva el equipamiento. Pero quiero que sepa señora, que nosotros vamos a salir igual con lo que tengamos para hacer nuestro trabajo, porque así es Halcón".
 Vidal salió impactada por el grado de compromiso de estos hombros y le ordenó a Ritondo una inmediata auditoría para socorrer al grupo de élite. La sorpresa fue mayúscula, al detectarse que entre las irregularidades aparecían  máscaras en condiciones de descarte, además de armas con 15 años de uso y muy escaso mantenimiento. Asuntos Internos estableció que hace más de 10 años que no se renueva el equipamiento, algo temerario, si se tiene en cuenta  las nuevas tecnología y las armas más potentes y sofisticadas que la delincuencia obtiene en el mercado negro.
Todas estas cuestiones dispararon las alarmas en el frente político, que observa, de acuerdo a las últimas encuestas que la inseguridad aparece como la principal preocupación de los bonaerenses. Detrás vienen la inflación, el desempleo. y la corrupción.
VIVIR CON MIEDO Y SIN CONFIAR EN LA POLICIA
El compromiso del gobierno de Vidal es tratar de revertir los números, que marcan además que seis de cada diez bonaerenses tiene una imagen negativa de las fuerzas de seguridad y asegura que no están bien formados. Los datos se desprenden de una encuesta realizada por Managment & Fit. La muestra, que recopiló 2.000 casos en ámbito bonaerense entre el 11 y el 20 de septiembre, reveló que al 24% de la población no le generan confianza las fuerzzas de seguridad y al 36% muy poca. En el grupo de los que conservan una mirada positiva de ellas, apenas un 9% las ve con "mucha confianza" y casi uno de cada tres personas dice tener "algo de confianza". Pero las alarmas también se disparan por el lado de la Justicia, donde se observa el mismo descreimiento: el 66 por ciento cuestiona y confía "poco" y "nada" en los jueces. 
Frente a este escenario, los federales harán su primer desembarco en Mar del Plata, la ciudad del interior provincial más habitada y la tercera de todo el territorio, detrás de La Matanza y La Plata. Hace tiempo que ese centro turístico resulta castigado por el delito violento. Otras  zonas rojas que aparecen en el conurbano son Lanús, Lomas de Zamora y San Martín. 
Con la presencia de fuerzas federales, Vidal también pretende cumplir con el requerimiento de los intendentes del Gran Buenos Aires, en su mayoría presionados por vecinos que les reclaman más vigilancia. Este será un nuevo desafío para  el gobierno bonaerense, que aterrizó con una tormenta que auguró días difíciles con las fuerzas de seguridad. El primer llamado de atención provino del Servicio Penitenciario Bonaerense, con la fuga a todas luces provocada, de  los hermanos Cristian y Martín Lanatta y de Víctor Schillaci. El trío escapó de una prisión de supuesta máxima seguridad, en General Alvear. Todos están acusados por el triple crimen de General Rodríguez, ligado al tráfico de efedrina. La cacería, concluida en Santa Fe, desnudó de manera flagrante la ineficacia de las fuerzas operativas.
LOS TEMORES DE UN FIN DE AÑO AGITADO
Según pudo saberse, la  reposición de gendarmes, prefectos, policía aeroportuaria y federales se hará de manera gradual, también pensando en que a fin de año grupos violentos puedan agitar el fantasma de los saqueos. Se tomarán en cuenta las regiones más castigadas por la inseguridad para armar tenazas efectivas contra el delito. Macri y Vidal tienen en claro que la inseguridad, como siempre, figurará en el centro de la escena cuando despunte el año electoral y será utilizada como bandera por la oposición en el campo de batalla. Si bien es cierto que los  hechos de violencia, no desaparecerán, la llamada “saturación” de efectivos suele producir buenos efectos.  En primera instancia aparece como disuasivo para los delincuentes y de aparente tranquilidad para el ciudadano común. La gobernadora y la ministra Patricia Bullrich acordaron que la irrupción de los agentes federales no entre en colisión con el desempeño de la Policía bonaerense.
La mayor preocupación política de la gobernadora está puesta en Sergio Massa. Hoy la relación entre ambos no pasa por un buen momento. El líder del Frente Renovador tiene una mirada muy crítica sobre el manejo de Vidal con la inseguridad y la Bonaerense. Por ahora sólo murmura por lo bajo, pero en la gobernación sospechan que durante la campaña podría arremeter con fuerza. 
La elección de Mar del Plata como cabecera de playa de los agentes federales, tampoco es una casualidad. Se trata de una ciudad crucial en términos electorales, que sirvió de plataforma en el 2015 tanto a las victorias de Vidal como de Macri. Fue durante muchos años una fortaleza del sciolismo y un enclave al que le apunta Massa. A todas luces, Macri ya está en campaña y pretende resguardar a Vidal y a Buenos Aires. Lo guía un solo objetivo: su autopreservación política y electoral. Mientras tanto, para la gobernadora la elección que viene es más importante que la que pasó. Ella sostiene que "hay que consolidar el cambio". La moneda está en el aire.

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