lunes, 30 de marzo de 2015

Macri la reta, ella se rebela y el PRO comienza a crujir


Por Jorge Joury – Se habían jurado amor para toda la vida. Pero en política nunca está dicha la última palabra. Macri esperaba un camino con un lecho de rosas hacia las elecciones en la ciudad de Buenos Aires, en un momento clave de su campaña. No es poca cosa, ha logrado consolidar en el distrito una hegemonía política que hace que sean las PASO de su partido las que elijan al próximo jefe de Gobierno.

Pero después de jugarse por Rodríguez Larreta, dejando de lado a su principal alfil, Gabriela Michetti, la que lo acompañó desde la fundaciòn del partido, el pronóstico en el PRO podría ser el de un divorcio contradictorio de graves consecuencias. Algunos sostienen que fue un pase de factura, ya que en su momento Gabriela se negó a acompañar a Mauricio en la fórmula presidencial y se empecinó en ser candidata porteña. No obstante, en una primera lectura, hay quienes no quieren imaginarse una eventual foto del jefe de Gobierno rodeado de globos multicolores junto a una Michetti vencedora en la interna porteña de abril. El líder del equipo amarillo quedaría desnudo frente a su propio ejército, con las hilachas de Rodríguez Larreta colgando, perdería liderazgo y las chances presidenciales se le licuarían en un santiamén. Esta vez no se le podrá echar la culpa a Elisa Carrió de este verdadero terremoto, que está haciendo temblar la estructura del principal partido opositor al gobierno. Lo que está mostrando hoy la fotografía de la realidad: es la primer crisis interna del PRO. Algunos la justifican con el rótulo de una crisis de crecimiento, pero eso no la hace menos dramática para sus contendientes, que llegaron hasta aquí manejando entre cuatro paredes las disputas que siempre tuvieron.
Michetti siempre fue la segunda dirigente que mejor medía del PRO a escala nacional, lo que se transformó en su mochila. Tiene muchos amigos, pero casi todos están en la Coalición Cívica, en la UCR y hasta en el peronismo. En el armado amarillo, a ella siempre le tocaba salir a hacer campaña y ganar elecciones. Ahora quiere “humanizar” al espacio y que su imagen se traduzca en poder real. Para sus oponentes en el PRO, “es un capricho personal”. Como sucede en los matrimonios malavenidos, ambos tienen razón. “Creamos un monstruo adentro del partido. ¿Y ahora, quién lo para?, advierten en el entorno macrista.
Aunque muy amiga de Lilita, Gabriela Michetti no es una mujer de arriar y Macri lo sabe. Ya lo amenazó con que si insiste en apoyar a Horacio Rodríguez Larreta, ella podría renunciar a su postulación en medio de un escándalo. Pero lo más grave, es que el gabinete de la ciudad está partido y la grieta por estas horas es muy pronunciada.
Hay quienes comentan que durante la reunión del pasado miércoles estalló en una pelea altisonante entre Marcos Peña, el principal censor de la candidatura de Michetti, y el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, uno de los principales escuderos de la senadora.
Entre las especulaciones, hay dos preguntas que circulan por el estado mayor macrista: ¿Qué dirán Scioli y Massa si Larreta llega a perder frente a Michetti? ¿Qué destino tendrá su administración si ése termina siendo el resultado? El viejo eslogan “somos un equipo” ha sido traicionado. El macrismo, la legendaria estudiantina de Jaime Durán Barba y los globos amarillos, hoy está en llamas en medio de una lucha de poder de consecuencias imprevisibles y que le sirven en bandeja al oficialísmo la foto de la discordia.
Hay quienes aseguran que como lo hacía su padre en la empresa Socma, Macri disfruta sembrando inquininas y competencias entre sus jugadores. Más allá de que se llena la boca hablando de ” todos somos amigos y tiramos hacia adelante”, su especialidad es el “divide y reinarás”. La misma estrategia empleó durante su gestión en Boca, comentan en voz baja los que le cuentan las costillas.
El pronunciamiento público de Macri en favor de Rodríguez Larreta implica un riesgo para el alcalde de la Ciudad, quien, aspira a ser presidente. Si Michetti llegara a imponerse en las primarias dentro de un mes, el resultado podría afectar su imagen y transmitir la idea de que quien pretende sentarse en el silón de Rivadavia, no puede garantizar una transición según sus deseos en el distrito que lo catapultó a la política.
Era conocido en el PRO que el sucesor preferido de Macri era Rodríguez Larreta. Incluso en su momento trascendió que la cúpula del PRO había tratado de convencer a Michetti para que bajara su postulación. Sin embargo, la actual senadora desoyó los consejos y persistió en su proyecto de suceder a “Mauricio”.
Hoy por hoy Rodríguez Larreta es la voz de Macri. Su hombre incondicial. El que conoce datos relevantes de la administración amarilla, como el que la deuda en moneda extranjera de la ciudad, de hecho, casi se cuadruplicó entre 2007 a 2014 pasando de 548 millones de dólares en el principio del ejercicio a 2.134,2 millones de dólares según un informe elaborado por los equipos de presidencia de la auditoría de la ciudad . Una fuerte hipoteca que deberá enfrentar la próxima gestión porteña. De este modo, durante el período, la deuda per cápita de los porteños pasó de algo más de 199 dólares en 2007 a 740 en la actualidad, algo que todos ocultan en el marco de la ciudad encantada que quieren vender en la vidriera nacional.
El posteo de Macri en Facebook que desairó a Michetti se concretó luego de que otros dirigentes importantes del PRO, como el titular de la Legislatura Cristian Ritondo y el senador Diego Santilli, decidieran declinar sus precandidaturas para limitar la puja entre dos. Los que conocen el funcionamiento de la administración porteña juran que el actual jefe de gabinete es un actor clave en el dispositivo de gobierno y en la toma de decisiones del distrito. “Mauricio no hace nada sin consultarle a él”, sostienen en el círculo íntimo de las decisiones.
Según ese diagnóstico, que circula entre la dirigencia política de la ciudad, incluso en la oposición, Macri suele desentenderse de la gestión diaria y abocarse a la campaña, para lo cual confía en el trabajo de Rodríguez Larreta. Algo de todo eso se reflejó en lo que transmitió desde las redes sociales. “Cuando correspondió, él (por Rodríguez Larreta) estuvo presente para superar los momentos difíciles”, recordó el candidato presidencial del PRO. Tras la actitud de su jefe político de involucrarse y hacer pública su preferencia por su rival interno, Michetti reaccionó como lo aconsejan los manuales, buscando cierta victimización.
Cerca de Macri explicaron las razones de la jugada de su jefe. Recordaron que a él no le gustaron nada algunas declaraciones recientes de Michetti, en las que habló de “humanizar” a Pro, un latiguillo que -con matices- la senadora repitió en su lanzamiento del jueves pasado frente al Obelisco y que fue motivo de discusión entre el secretario de gobierno, Marcos Peña, y los michettistas Hernán Lombardi y Guillermo Montenegro en reunión de gabinete. Las versiones señalan además que tampoco le agradó a Macri verse en gigantografías y afiches junto a ella, cuando regía una especie de “acuerdo tácito” con ambos postulantes para no meter al jefe de gobierno en las arenas movedizas de la interna. “Tomaron la decisión de confundir a la gente con un apoyo que no tenían, mientras Horacio cumplió lo que se pidió”, apuntó una de las espadas del jefe de gabinete.
Larreta maneja más las estrategias y sabe por donde entrarle a su jefe. Precavido, agradeció el apoyo de Macri, y afirmó que con él “hay una relación de confianza muy grande con un equipo muy consolidado”. También para calmar la fiebre, merituó la “gran labor” de Michetti en el Senado.
Es notorio que este tsunami interno ya encendió todas las alarmas en el PRO, en momentos en los que Macri aparece bien posicionado en las encuestas de cara a las PASO presidenciales de agosto. “Mauricio está abriendo una grieta difícil de cerrar. Le aporta votos a Larreta, pero por ahí no le alcanza para ganar”, reflexionó un legislador porteño que pidió reserva de su nombre. En la misma dirección además alertó que: “Gabriela triste puede sumar más votos y hasta ampliar la diferencia”. Cerca de Macri negaron que esto afecte al candidato presidencial “siempre que la interna se mantenga dentro de los límites civilizados”. No obstante, las aguas bajan demasiado turbias y podrían traer olas de gran altura para el inquilino que sueña con habitar la Casa la Rosada.

El paro del martes y un timbre de alerta para los candidatos


Por Jorge Joury
El último paro nacional del 28 de agosto pasado, liderado por el titular de la CGT, Hugo Moyano y el sindicalista gastronómico, Luis Barrionuevo, le costó al país, unos 2.500 millones de pesos en lo que tiene que ver con las pérdidas en la producción, una sangría enorme para la economía nacional. El martes próximo la fotografia se repetirá, aunque tal vez con mayor impacto. La huelga convocada por los gremios del transporte contra el Impuesto a las Ganancias será nacional y multisectorial y con la adhesión de las centrales opositoras. Así lo confirmaron los sindicatos organizadores y también la CGT  de Hugo Moyano, que además prometió desde abril intensificar un plan de lucha de mayor envergadura con otra protesta esta vez de 36 hiras.
Pablo Micheli, jefe de la CTA combativa, también mostró cavilaciones, pero al final también será de la partida. Así, los piquetes en puntos de acceso estratégicos estarán garantizados.
En el Gobierno se trabaja a contra reloj en la búsqueda de opciones para frenar la medida. Se reconoce la legitimidad del reclamo, pero el jefe de Gabinete Aníbal Fernández argumentó “lo difícil que es tomar una medida de ese tipo, ya que cada vez que se sube el nínimo no imponible, se cierra una puerta a aquellos que están por ingresar al trabajo registrado”.
El paro será fuerte”, aventuró un jerárquico de la CGT cercana al oficialismo. Con intenciones de ratificar su gen, agregó: “No vamos a ponernos en contra porque es un reclamo por mejoras para el bolsillo del laburante, más allá de que hay ingredientes políticos”.
Desde el Gobierno, a través de diversos interlocutores, se enviaron señales. Se intenta contener a la tropa de gremios alineados con CFK con promesas de que habrá modificaciones de fondo en Ganancias durante la campaña electoral. La maniobra oficial prevé modificar por ley el impuesto. No sería un mero anuncio presidencial para elevar las escalas del mínimo no imponible. Habría algo más. Y algunos sindicalistas ya lo saben.
La lectura que se hace por estas horas en los circulos políticos, es que el reclamo gremial está más dirigido al próximo gobierno, que a las actuales autoridades. Los gremios quieren marcar la cancha, comprometiendo con una propuesta seria y firme a los partidos. Una suerte de mensaje subliminal para el próximo inquilino de la Rosada.
No creen que Cristina dé el brazo a torcer en forma inmediata, aunque evalúan que de haber una modificación en Ganancias, la anunciará más cerca de las Primarias de agosto.
De todas maneras en la CGT de Moyano se endurecen. Se pone como excusa que “el gobierno nos empuja a la protesta” . Preparan además su artillería pesada  para contratacar el 15 de abril. Allí convocarán al Comité Central Confederal, máximo órgano resolutivo, para disponer una nueva huelga, pero en este caso con movilización a la Plaza de Mayo y eventualmente por más de 24 horas.
En lo que será el primer gran desafío sindical del año para la Casa Rosada, el martes se alterará el normal funcionamiento de los servicios de los colectivos urbanos, ómnibus de larga distancia, vuelos internacionales y de cabotaje, ferrocarriles, y se paralizarán la actividad portuaria y el comercio exterior. Pero ahora, con el respaldo de las centrales obreras, habrá otros servicios afectados. No habrá atención al público en los bancos y no abrirán las dependencias estatales en las que ATE tenga representación. Tampoco funcionarán la recolección de residuos, el transporte de carga y no abrirán las estaciones de servicio de combustible, entre otros rubros ligados al comercio.
La reivindicación por el impuesto que pesa sobre los salarios unifica la postura en el arco gremial. Agrupa en un mismo sector a oficialistas y a opositores. Es así, a pesar de que desde el Gobierno se mantiene el rechazo a modificar en el corto plazo el tributo o elevar las escalas del mínimo no imponible de Ganancias. Con las últimas modificaciones impositivas, concretadas en agosto de 2013, Ganancias es tributado por el 10,2% de los trabajadores registrados (955.527) y el 0,7% de los jubilados (39.641), según informó la AFIP. En diciembre pasado, Cristina Kirchner desactivó un paro de transportistas al eximir de Ganancias el medio aguinaldo. Fue un anuncio pasajero que ayudó a descomprimir el clima de fin de año, pero tratándose este de un ciclo electoral, las impaciencias se potencian.En la lectura fina, lo que queda en claro, es que el paro del martes también se mete en la campaña.

Encuestas en mano, Scioli reforzó el frente de batalla


Por Jorge Joury
En la gobernación suspiraron en un gesto de alivio. No es para menos, a cinco meses de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, el Frente para la Victoria si llevara a Scioli como candidato lidera la intención de voto a nivel nacional con el 36% contra un 22% del PRO y un 19% del Frente Renovador, según la última encuesta publicada por Poliarquía. Con esa ventaja, el oficialismo ganaría también en octubre y en un eventual balotaje contra el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
Por esta medición y otras similares, los números le dan la razón al estado mayor naranja que sostiene que el Gran Buenos Aires, porción territorial que representa el 70 por ciento de los votos de la provincia, “siempre fue Justicialista y aún mantiene su intención de voto”, pese al impacto por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Los politólogos sostienen que el episodio no ha gravitado en la campaña y que el conurbano además es un territorio que se muestra adverso tanto a los radicales como al PRO. Las causas las atribuyen al trabajo de los jefes territoriales, muchos ellos gobernando hace más de 20 años, que han acercado importantes obras, desarrollo industrial y trabajo para los vecinos.
SUMAR DESDE LA UNIDAD
Frente a este cuadro de situación, la  política Scioli es sumar todo lo que se puede en la Provincia, especialmente recuperar dirigentes que se fueron con Sergio Massa. Ya lo hizo tanto Provincia como Nación la semana anterior con la vuelta del intendente de Escobar, Sandro Guzmán, y lo están haciendo con algunos referentes territoriales que observan que el líder del FR se encuentra estancado en las encuestas.“Hay que sumar para ganar, aunque los que vuelvan no sean 100 por ciento de ADN kirchnerista” sostiene un importante referente del ex motonauta  y recuerda que cuando “Néstor Kirchner ganó las elecciones en 2005 incluyó a todos al proyecto nacional”.
Cuando faltan 140 días para las PASO, en la residencia de la calle se trabaja a full para poner en funcionamiento una maquinaria que catapulte aún más la candidatura de DOS. Desde lo político, se trabaja para establecer nuevas alianzas con los intendentes díscolos y en la difusión de la gestión para captar el voto de los indecisos.Uno de los temas sensibles a los que se apunta, es a la seguridad. De allí la intensa campaña de las últimas horas por los canales de TV donde se observa a un Súper Scioli con un ejército de policías de fondo.
LA ESTRUCTURA DE CAMPAÑA
Si bien el armado de las listas aún no está definido y se aguardan las directivas que de Cristina, la estructura de campaña está en marcha desde fines del año pasado. El jefe de Gabinete, Alberto Pérez tomó las riendas y cada lunes se reúne con los distintos equipos que conforman las cinco mesas de trabajo, monitorea la información de los medios de comunicación y es el que además mantiene un diálogo continuo con la Casa Rosada. Pérez es el que maneja los equilibrios, sostienen las primeras espadas del gobernador a quien le atribuyen el manejo de la agenda de trabajo semanal y además coordina estrategias con los funcionarios nacionales. Con los que más contacto fluído tiene es con Aníbal Fernánez, jefe de Gabinete, con Eduardo “Wado” De Pedro,secretario general de la Presidencia y con el ministro de Planificación, Julio De Vido.
Uno de los hombres clave de Scioli en el armado de la mesa territorial bonaerense, es el ministro de Seguridad, Alejandro Granados, a quien Scioli lo muestra como el funcionario estrella, inaugurando escuelas de policías o entregando patrulleros. Es un poco la cara para promocionar la lucha contra el delito. Pero la tarea en las sombras del hombre de prominentes bigotes, es otra. Con su experiencia como ex alcande de Ezeiza tiene que armar la rosca y articular la formación de un núcleo duro de alcaldes leales a Scioli, que le puedan aportar un buen caudal de votos. El ojo está puesto especialmente en la Tercera sección electoral, donde se encuentra La Matanza, con mayor caudal de votos que cualquier provincia.
DE LLEGADA A LOS INTENDENTES
Granados es muy respetado entre sus pares y tiene muy buena llegada a ellos. No sólo los del PJ, sino también a otros, como los vecinalistas, e incluso a los del Frente Renovador. No hay que olvidar que cumplió un papel relevante en el acercamiento de Martín Insaurralde a Scioli. No obstante, los barones del conurbano se mantienen cautelosos, a la espera de las directivas que emanan de CFK. Aunque tienen sus preferencias por Scioli. a quien ven como el más instalado, prefieren esperar. “Vamos a recibir a todos los candidatos como corresponde y la búsqueda de la unidad no se discute, pero la que decide el camino por el que hay que tomar es Cristina”, reveló en las últimas horas en tono pausado un experimentado intendente de la Tercera. “Lo importante es que nuestro movimiento cuenta con una variedad de candidatos que han brillado en la gestión y todos son de primera línea, lo cual nos diferencia del resto de las fuerzas”, agregó el vocero.
Otro de los alfiles de Scioli para la travesía bonaerense, es la  ministra de Gobierno y precandidata a la gobernación, Cristina Álvarez Rodríguez, quien también está visitando los distritos. Además, ella y Pérez se han convertido en las voces oficiales en caso de salir a responder cualquier tipo de declaración polémica que alcancen a la gestión o la imagen de su jefe. Esto le permite a Scioli mantener el perfil bajo y eludir  que las balas les piquen cerca ante cualquier contingencia de estado público que pueda desgastar su imágen.
MESA DE LOGISTICA
En  la franja territorial,  los que también están sumando esfuerzos, son el presidente del Grupo Bapro, Santiago Montoya, que viajó a Córdoba; el senador Alberto De Fazio; José Scioli, y el presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, que articulan armados en la Capital. En cuanto al interior de la Provincia, el ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro “Topo” Rodríguez, se encarga de trazar vínculos con empresarios, productores agrarios e intendentes. “Mi tarea va más allá del interior bonaerense. Hace un año comencé a viajar a Córdoba y a Santa Fe para analizar las distintas problemáticas que tiene toda esa región. Scioli quiere tener un conocimiento amplio de la zona productiva de nuestro país cuando sea presidente. Por eso me he reunido con productores, intendentes y empresarios para formar equipos de trabajo”, señaló.
La estructura de campaña está muy afinada en todos los frentes. Además cuenta  con una “mesa de logística”, que se encarga del armado de actos y folletería. También hay otra  de “legales”, para tratar los temas vinculados a las leyes electorales y armado de listas; una de “opinión pública”, que cuenta con consultores externos para la medición de encuestas, y una de “comunicación”.
Jorge Telerman está considerado como uno de los grandes estrategas. Dirige la comunicación de la campaña y lidera el equipo. Es el hombre que ha unificado la comunicación del gobierno. El que se encarga de que el discurso de Scioli vaya en una sola dirección y todos los ministros lo acompañenen en la misma sintonía, para fortalecer el mensaje. El gobernador tiene la mirada puesta en el sillón de Rivadavia. Es el último tramo de su dificultosa travesía y no quiere ser sorprendido con la guardia baja. Sus centuriones están atentos y vigilantes.

Con margaritos y “colgados” la UCR se puso en pie de guerra


Por Jorge Joury
Hay quienes comentan con ironía en la UCR que Ernesto Sanz se colocó el traje de bombero. El titular del radicalísmo por ahora no puede apagar el incendio y los efectos colaterales de la nueva alianza con el macrismo y la CC de Elisa Carrio. A lo que apunta, es a sofocar escenarios de tensión y ruptura que abren cada día más la grieta y que son generados por sectores que criticaron el acuerdo de Gualeguaychú.
Uno de los focos de discordia tiene que ver con que algunos de los heridos que dejó la Convención, ya están fogoneando la realización de un acto para confrontar de plano con Sanz.
En la trastienda de los boinas blancas, lo que se murmura es que los dirigentes que intervendrían son Gerardo Morales, Luis Naidenoff, José Cano, Francisco Torroba, Eduardo Costa, Julio Cobos, Ricardo Alfonsín y Ángel Rozas, entre otros. Una de las posibilidades que manejarían sería que Alfonsín sea el candidato a gobernador de Margarita Stolbizer, aunque por el momento no hay referencia precisa.
LA REBELION DE MORALES
El principal frente de tormenta donde los rencores se recrean de manera permanente, sigue estando en la vereda de Gerardo Morales, que proponía en la Convención un esquema de alianzas más amplio, que incluyera también a Sergio Massa, el Lider del Frente Renovador. No hay que olvidar que Morales cerró con el tigrense un acuerdo para impulsar su candidatura a la gobernación de Jujuy. Tanto él como Luis Naidenoff de Formosa, son los dirigentes de más peso que mantienen un discurso crítico contra la decisión adoptada por la Convención.
Morales no baja la guardia y salió a formular sus reclamos con estridencia.  Concretamente pidió en las últimas horas que el Comité Nacional radical autorice que las listas de diputados nacionales y a gobernadores vayan “colgadas” de la mayor cantidad de candidatos a presidente posibles, para que se mantenga “la estructura territorial del partido”. De no concretarse, la UCR quedaría al borde de la fractura.
El senador jujeño sembró dudas sobre cuál es la “letra chica de lo acordado con Macri. Es un tema que va a tener que precisar Sanz y obviamente cumpliendo compromisos que se han planteado en la Convención” de Gualeguaychú. Morales aclaró que en las PASO va a votar al candidato de la UCR, es decir a Sanz. “¿En las generales?, vamos a ver qué pasa”. Si gana Macri, de todas formas, aclaró que no será un gobierno de coalición: “Si no le toca a Ernesto Sanz ser presidente me parece que nosotros no tenemos nada que hacer en un gobierno del PRO”. disparó con bronca.
DEMOSTRACION DE FUERZA
Decididos a recuperar terreno después de la dura derrota en Gualeguaychú, los radicales con aspiraciones y posibilidades de gobernar sus provincias ensayarán una demostración de fuerza dedicada al presidente del partido y ganador de la convención, Ernesto Sanz.
Todavía con los ánimos caldeados por la aprobación del pacto electoral con Pro, los candidatos a gobernador preparan una reunión para el próximo lunes. La excusa formal será analizar la implementación del quinto punto del acuerdo aprobado en Gualeguaychú, que prevé autorizar a los postulantes a las gobernaciones a colgar sus boletas de las de más de un candidato a presidente. Esta cláusula apunta a preservar las alianzas distritales con el Frente Renovador de Sergio Massa.
Morales es el que está organizando el encuentro. Ya convocó a José Cano (Tucumán), Eduardo Costa (Santa Cruz) y Luis Naidenoff (Formosa), que como él son candidatos a gobernador de sus provincias y tienen acuerdos con Massa. También invitó a Ricardo Alfonsín y al chaqueño Ángel Rozas, que, aunque no competirán, siguen de cerca los armados en sus provincias y no quieren saber nada con el macrismo.
Además de servir para el análisis del nuevo escenario electoral, la reunión está pensada como un mensaje de los derrotados de Gualeguaychú a Sanz. “Si va a haber libertad de acción, queremos que sea en serio”, dijo uno de ellos. Hacía referencia de esta manera  al acuerdo entre Sanz y Mauricio Macri para armar listas únicas de candidatos a legisladores nacionales. Algunos radicales, como Morales, temen que ese límite lleve a Massa a quitarles apoyo y a poner candidatos propios que, aun cosechando pocos votos, pongan en riesgo sus posibilidades.
Sanz ratificó la semana pasada que las listas únicas son “innegociables”, por lo que el debate promete durar. Ello, siempre y cuando Jujuy, Formosa y Santa Cruz no desdoblen sus elecciones, una posibilidad todavía abierta. Mientras el calendario en esas provincias siga siendo una incógnita, los radicales que aspiran a gobernarlas seguirán en pie de guerra. De hecho, la idea es que de la reunión del lunes salga un pedido formal a Sanz para que convoque al comité nacional de la UCR, que preside.
YA NO SOS MI MARGARITA
Contener a Morales no es la única preocupación de Sanz. También tiene un ojo puesto en la estrategia presidencial de Margarita Stolbizer, que pretende ir en auxilio de los heridos de Gualeguaychú, que están dispuestos a romper con la estructura orgánica del partido centenario porque Macri les huele a rancio. La dirigente, para diferenciarse, viene avanzando con acuerdos con sectores de centroizquierda con el objetivo de recrear el Frente Amplio Progresista. En esa dirección, ya está virtualmente cerrada la candidatura a diputado por la provincia de Buenos Aires del secretario general de la CTA disidente, Pablo Micheli. En ese frente, en el que ya están el socialismo, el GEN y Libres del Sur, se busca también incluír a  Unidad Popular de Víctor De Genaro, pero las internas que mantiene con Micheli, podrían ponerle un freno. Stolbizer además  tiene a sus “margaritos” enfocados en el armado del acto del 9 de abril, con el que lanzará formalmente su candidatura presidencial y que tendría por escenario el barrio de San Telmo.
Stolbizer reconoce que “todos los días” recibe llamados de dirigentes radicales que podrían apoyar su precandidatura presidencial, porque no se sienten representados en el acuerdo electoral entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Paradójicamente quienes han reaccionado frente a esto son, por un lado, los grupos más juveniles y, por otro, la gente más antigua del radicalismo, que dicen que si Raúl Alfonsín viviera, no soportaría una alianza de esas características a la que califican de “rejuntado”.
TENSIONES Y FUGAS
El Gobierno observa con beneplácito la situación y elabora la teoría de que en cualquier momento la bomba de tiempo se puede activar dejando escombros a su paso, como ocurrió con UNEN. El radicalísmo además se debate en un marco de tensiones, que puede provocar fugas como fue el caso del ex intendente de Trenque Lauquen, Juan Carlos Font, quién ratificó que mantiene firme su posición de alejarse de la conducción del partido.
Otro dato a tener en cuenta es que después de que  Macri sentara las bases de que gobernará el que triunfe en la interna,  Sanz, se mostró concesivo, aunque le sonaron las alarmas, ya que teme que su nuevo socio le termine fagocitando su propio espacio. Fue por ello que puso firma y aclaración al manifestar que quien gane “tiene el derecho a conducir”, pero también “la obligación de integrar” a los perdedores. Más claro, hay que echarle agua para comprender que el reparto para los radicales tendrá que ser equitativo.
Si bien es cierto que la nueva alianza potenció la candidatura de Macri, también le trajo una serie de problemas que deberá  zanjar. Entre ellos se cuentan los acuerdos locales y el reparto de lugares en las listas. El jefe de Gobierno porteño le preocupa quedar asociado al recuerdo oscuro de la Alianza que encabezó el ex presidente Fernando de la Rúa y que terminó en 2001 en forma catastrófica.
LOS AMARILLOS EN GUARDIA
Por esa razón, el líder del PRO advirtió en forma tajante que su vicepresidente no será un radical, como se había mencionado a comienzos de este año. En el estado mayor amarillo se debaten distintas posibilidades para completar la fórmula presidencial. Un sector peronista de la conducción del PRO –que integra el ministro de Gobierno, Emilio Monzó– avala la posibilidad de que el compañero de fórmula sea Carlos Reutemann, algo que Macri no ve con desagrado. Sus declaraciones de los últimos días lo mostraron cerca del ex piloto de F- 1, aunque ambos indicaron que todavía no hubo un ofrecimiento. Esa posibilidad no despierta mucha alegría en el ala de los llamados “macristas puros”, como el secretario general Marcos Peña. Al consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba tampoco lo convence el perfil peronista y con un pasado turbulento en Santa Fe. Le sabe a “vieja política”. Ellos prefieren, en cambio, una fórmula “PRO pura”, que ya no la podrá integrar Gabriela Michetti, quien le dijo que no a Macri y se lanzó a la interna por sucederlo. Tampoco parece poder ser María Eugenia Vidal, a quien Macri ratificó como su candidata a gobernadora bonaerense. Se barajan distintos nombres dentro del PRO, como el de la dirigente rosarina Anita Martínez. Otra alternativa sería algo intermedio: alguien confiable, propio, pero con un perfil más político. Mencionan a Diego Santilli, Rogelio Frigerio o Sergio Bergman. “Olvidate. Va a ser mujer y, preferentemente, del interior. O bien Reutemann. O, en última instancia, Sanz”, desmiente uno de los integrantes de la mesa chica del PRO. La discusión dentro de la conducción del macrismo sigue abierta y las negociaciones con los radicales recién empiezan. En ese cóctel de mezclas ideológicas, que augura un final explosivo, no hay que olvidar a Carrió, que siempre se anota en la contienda cuando percibe olor a pólvora.

El otoño de Massa, con rosca interna y la fuga de dirigentes


Por Jorge Joury
Encuestas en picada, salto con garrocha de dirigentes hacia otros espacios políticos y un conventillo interno por una rosca despiadada, son algunos de los frentes de tormenta en el otoño de Massa, matices que han puesto al Frente Renovador al borde de un ataque de nervios. “Hay que terminar con el puterío interno. La gente nos está viendo como una bolsa de gatos”, fue la frase que dicen que se le escuchó pronunciar al hombre de Tigre, cuando les habló a sus primeras espadas en un coqueto restaurante a orillas del río Luján, donde comentan que el aire se cortaba con un cuchillo.
No es para menos, el diputado y precandidato presidencial intenta desesperadamente frenar la sangría de dirigentes que en estos momentos están evaluando la posibilidad de retirarse de esa fuerza política en busca de mejores horizontes, con miras a agosto y octubre. Ven que el FR no despega y quieren abandonar el barco. Massa les prometió a sus colaboradores más cercanos dirimir las candidaturas provinciales y municipales de manera inminente para aliviar tensiones. También se escucharon crìticas hacia quienes manejan la campaña, Juanjo Alvarez y Graciela Camaño.”Hay que poner más imaginación”, se les reprochó.
EL HOMBRE QUE AGITO EL DIARIO
Otro de los que llevó la voz cantante en el convite, fue el experto en comunicación electoral, el peruano Sergio Berdixen, quien agitó ante la mirada de todos el diario del 12 de marzo y exclamó que la campaña así no podía continuar. Berdixen hacía alusión a que Sergi Massa habia pasado por Rosario, para instalar en la agenda la lucha contra el narcotráfico, pero terminó hablando de Mauricio Macri, Carlos Reutemman, el radicalísmo, las AFJP y cualquier otro tema que le viniera a la cabeza, perdiendo el rumbo de los objetivos trazados.
El asesor criticó la falta de identidad que tiene la campaña del massismo hoy. “Scioli es el oficialismo, Macri es oposición y nosotros no sabemos qué somos”, disparó. “Un día se habla de la estatización del juego, otro del cepo y no tenemos un mensaje claro”, añadió.
El pico de mayor tensión se vivió cuando el precandidato a gobernador bonaerense Felipe Solá, salió a calificar de “ratas” a los dirigentes que ya se fueron, presagiando que el barco hace agua.”Eso de andar buscando el mejor madero para que la rata avance, eso es huir como rata por tirante”, apuntó y agregó: “Algunos muchachos intendentes, por un bizcocho matan a la vieja.”
COLORADOS DE BRONCA
Hay quienes sostienen en voz baja que, también los ánimos están caldeados desde el desembarco del diputado Francisco de Narváez para competir por la provincia, cargo para el que ya estaban anotados unos cuantos, entre ellos, el mismo Solá. También están los que sostienen que no hay que apadrinar a candidatos a gobernador que no arrastran votos y citan por ejemplo el caso de Dario Giustozzi a quien en los últimos días Massa sacó de recorrida y creen que es una pérdida de tiempo.
Además hay quienes miran la baja en las encuestas con preocupación.Precisamente esto se da en medio de un mar de especulaciones de que Massa podrìa abandonar la competencia nacional, para concentrarse en la lucha por la gobernación, algo que él niega a rajatabla y para disipar especulaciones se esfuerza en pregonar que será el próximo presidente.
Además, la alianza UCR-PRO y el crecimiento de Macri en intencion de voto, es otro de los síntomas que alteran el pulso massista. También fue motivo de escozor el éxodo del espacio de Sandro Guzmán, ex intendente de Escobar, vecino de Tigre, quien luego se reunió con el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro, y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, para volver al FPV.
La mesa de deliberaciones del estado mayor massista estuvo conformada entre otros, por los intendentes Mario Meoni, Gabriel Katopodis, Juan Acuña y Raúl Othacehé. Darío Giustozzi estuvo invitado pero se explicó que no pudo concurrir.
PROMESAS PARA CALMAR IMPACIENCIAS
Massa le prometió a sus alfiles que las candidaturas en disputa se definirán “en un mes”. De esta manera, el tigrense intenta contener la huida de dirigentes. El alcalde de Olavarría, José Eseverri, anunció tras la reunión “un congreso de todos los sectores del massismo bonaerense el próximo 28 de marzo”, con temario a definir, al que están convocados legisladores, intendentes, concejales y precandidatos.
Por estas horas, nadie puede ocultar que el estado deliberativo en el espacio, es preocupante. A tal punto, que el miércoles pasado por la noche hubo otro cónclave de intendentes y dirigentes, en la que –según uno de los presentes–, Juan Acuña (Hurlingham), Humberto Zúccaro (Pilar) y especialmente Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas) dejaron trascender que el PRO los está “llamando” para sumarlos.
En el convite a orillas del río Luján, Cariglino fue uno de los que recibió más críticas, ya que desde hace semanas viene despotricando contra el estilo de construcción de Massa y denostando a sus rivales en la carrera para la gobernación, mientras amaga con dar el salto al PRO. En los cuarteles de Tigre creen que es hora de abrirle la puerta a Cariglino y mostrarle dos postales de la realidad. Una, la del ingreso al edificio de PRO, donde atiende la diputada Elisa Carrió, poco afecta a abrazar a caciques del PJ bonaerense.
La otra ilustraría el sendero que hoy trajina el sanisidrense Gustavo Posse, que tras abandonar el massismo aún pugna por ser aceptado por macristas y radicales.
DEFINEN LA INTERNA PROVINCIAL
Según trascendió, durante el almuerzo se escucharon algunos reproches de Acuña, el intendente de Hurlingham, que oficia como representante de un bloque habitado por Cariglino y Humberto Zúccaro, de Pilar. Se terminó de definir que el sábado próximo, en San Martín, el FR realizará un congreso para reunir a la tropa bonaerense, unificar discurso, acciones y, sobre todo, empezar a definir los candidatos que participarán en las PASO para la gobernación. También en los municipios ajenos, donde hay más de un postulante “con chances reales”. El añadido no es casual.
“En menos de un mes, vamos a definir una interna provincial que no puede tener cuatro o cinco candidatos y que menos puede admitir que un candidato que mide 20 puntos le pegue al que mide 80. Lo mismo en los municipios. No somos el kirchnerismo”, indicó uno de los comensales de ayer. La frase calza justo en Cariglino, pero apuntaba también al matrimonio de la legisladora bonaerense (y precandidata) Mónica López y el diputado nacional Alberto Roberti, que a diario fustigan públicamente a Francisco De Narváez, que en las encuestas aparece mejor parado para disputar la gobernación, seguido de Giustozzi y Felipe Solá.
LA PELEA ES A BRAZO PARTIDO
En las últimas horas, mientras Roberti trataba de “caradura” y “salvaje” a De Narváez en Twitter, Giustozzi se sumó a la refriega: su sucesor en Almirante Brown, Daniel Bolletieri, echó a cinco funcionarios municipales que responden al rector de la Universidad de Lomas de Zamora, Diego Molea, un massista que aporta para De Narváez en la tercera sección electoral.
“Les vamos a pedir a los candidatos que paren de pelearse entre sí, que dejen de minar el terreno y asuman si quieren ser parte de este grupo político. Queremos que se queden, pero no podemos perder tiempo cuidando a cada uno”, completó un vocero.
La reunión terminó con los ánimos más aplacados y con Massa explicando el sentido que asumirá su campaña, que, tras varios sacudones en el último mes, encontró más de un alivio esta semana, con los tironeos que empiezan a mostrar PRO y sus nuevos socios. A una semana de haberse sellado la alianza electoral entre Ernesto Sanz y Mauricio Macri, la mayoría de los analistas coinciden en que esa unión transitoria de partidos fue un misil que impactó directamente en la línea de flotación del Frente Renovador, ya que Sergio Massa aspiraba a contar con la estructura de los boina blanca. Ahora, entre otras acciones, tratará de capitalizar a los heridos que quedaron de la Convención de Gualeguaychú y que no quieren saber nada con Macri.
El plan del tigrense es hacerse fuerte en el territorio, mantener los acuerdos provinciales con quienes enfrenten al kirchnerismo o al PRO y sellar otros nuevos. Además está dedicado a consolidar el espacio del peronismo federal que no está contenido en el kirchnerismo, como el que representan el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, el puntano Adolfo Rodríguez Saa, el salteño Juan Carlos Romero y el misionero Ramón Puerta, entre otros.
Las encuestas más frescas muestran a un Massa en tercer lugar, lejos de llegar a una eventual segunda vuelta, en tanto que Scioli aparece a la cabeza del podio para disputar un balotaje con Macri. Por lo que se ve, hoy ganar de primera mano es casi una quimera en el mundo del ex alcalde de Tigre.

La primicia de Domínguez viene con premio: un vice de la Tercera


Por Jorge Joury
El desembarco de Julián Domínguez en la Provincia para dar la madre de todas las batallas, era un final anunciado. Me lo había confirmado uno de los dirigentes de mayor peso territorial de la Tercera sección electoral, durante una charla íntima el miércoles pasado. Lo publicamos en este portal en carácter de primicia. Solo faltaba formalizarlo, después de la bajada de bandera de Cristina, lo cual ocurrió en las últimas horas.
El precalentamiento del anuncio se veía venir por dos encuestas que lo posicionaban a Domínguez como un candidato bonarense competitivo. La última, de Ricardo Rouvier, lo ubicó primero –si es apoyado por Scioli, Randazzo y Cristina– con 27,6%, seguido de la macrista María Eugenia Vidal (20,2). Con los números en la mano, en las últimas horas se montó un ruidoso “Operativo Clamor”, desatado primero por el diputado Mario Oporto. La noticia trajo tranquilidad a intendentes y diputados afines. No es para menos, se trata del presidente de la Cámara de Diputados, una figura de peso, el tercero con más poder después de Cristina, que había arrancado como aspirante a la presidencia y que puede mostrar gestión, experiencia y antecedentes  como para aspirar al sillón de Dardo Rocha.
Todavía no hay un diseño electoral definido para el distrito, pero es probable que termine en una disputa entre dos fórmulas, alineadas con los precandidatos de la interna presidencial. En ese escenario, Domínguez aparece más cercano al ministro del Interior Florencio Randazzo, con quien ha compartido actos recientemente, que al gobernador Daniel Scioli. Sin embargo, cerca suyo aseguran que “la estrategia la decide Cristina y Julián va a hacer lo que ella decida”. Otro de los rumores que circularon con fuerza en las últimas horas, es que Domínguez podría ser acompañado en la fórmula por el joven intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, uno de los preferidos de la Presidenta y que cuenta con el padrinazgo del ministro de Planificación, Julio De vido.
Esta posible fórmula, es vista como un premio por los caciques de la Tercera sección electoral, quienes históricamente han contado con un representante territorial de ese riñón. Antes lo fueron Graciela Gianettasio, Alberto Balestrini y Gabriel Mariotto, entre otros.
El anuncio, que era un secreto a voces, lo hizo el propio Domínguez, tras recibir el apoyo de la Presidenta. “Después de hablar con @CFKArgentina quiero comunicar mi decisión de postularme como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires”, dijo en su cuenta de Twitter. “Si Dios y el pueblo me dan la oportunidad, seré gobernador”, agregó.
Para poner firma y aclaración a la jugada que contaba con el respaldo de la Casa Rosada, Domínguez fue este miércoles el invitado estelar de 678, el programa elegido en muchas ocasiones por el Gobierno para clarificar la línea discursiva y la agenda política oficial, por la TV Pública.
“Hay dos proyectos de país. Uno liberal y otro, que es el nuestro, que tiene al Estado como garante de la igualdad”, dijo, en el lanzamiento televisivo de su precandidatura. Todavía con un registro nacional en su discurso, Domínguez agregó que “el kirchnerismo vino a convalidar la razón de ser del peronismo”.
Para los observadores políticos, Domínguez aparece más cercano a la precandidatura presidencial de Florencio Randazzo. No obstante, en el entorno del diputado aclararon que no está decidido un alineamiento con ninguno de los aspirantes a suceder a Cristina. La definición de esa estrategia, le corresponde a la Presidenta, explicaron las fuentes.
Domínguez es el primero de los siete precandidatos del oficialismo que resigna su plan presidencial. Además de Scioli y Randazzo que a todas luces son los dos mejor posicionados en las encuestas, todavía mantienen sus aspiraciones el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; el ministro de Defensa, Agustín Rossi; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el legislador porteño Jorge Taiana.
En los pasillos de la Casa Rosada se comenta que la decisión del presidente de la Cámara baja de volcarse a la provincia de Buenos Aires es el primer indicio claro de que CFK depurará la disputa interna presidencial del oficialismo, aunque todavía no está claro si la batalla estará limitada a dos postulantes o si habrá más.
Hasta ahora, en la carrera por el sillón de Dardo Rocha, muestra a varios anotados en el FPV. Domínguez se suma a un pelotón de precandidatos que ya integraban el titular de la Anses, Diego Bossio; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y el alcalde de Berazategui, Juan Patricio Mussi. A ellos hay que agregar a Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora, que todavía no definió si se postulará o no.
El nuevo candidato, es una acción de oro que juega Cristina rumbo a las Paso. Domínguez es además un hombre muy allegado al Papa,con terminal en el Vaticano. A tal punto, que uno de los primeros que se enteró de la bendición  de CFK a su candidatura a gobernador de Buenos Aires, fue el obispo Marcelo Sánchez Sorondo, uno de los argentinos más emcumbrados en la corte vaticana.
Las versiones dan cuenta que fue  en la mañana del martes y Domínguez lo recibió a mediodía para entregarle una distinción en nombre de los jefes de bloque del Congreso. En ese escenario y en un aparte de esa reunión confirmó a los presentes lo que se sabía desde hace diez días y de lo cual dimos cuenta desde esta columna como primicia el martes 12 bajo el título: “Domínguez calienta motores para desembarcar en Provincia”.
El hombre de Chacabuco se había reunido en lunes por la noche con CFK, luego del acto donde se anunciaron beneficios agropecuarios. El nuevo conquistador bonaerense registra un paso elogioso como ministro agrario K, durante la crisis de la 125. Su perfil  es de peronista típico del interior, casi un conservador popular, que abrazó la doctrina cristinista a la que llegó tardíamente, cobijado por José María Díaz Bancalari, luego de ser jefe de campaña  de Hilda Chiche Duhalde en la elección por la senaduría por Buenos Aires en 2005.
Además, sus primeros pasos los dio como intendente de Chacabuco. Pero el peso político que le da ser el presidente de la Cámara De Diputados y el respaldo explícito de Cristina Kirchner a su decisión de postularse parecen atribuírle una ventaja inicial, al menos en el interior del oficialismo. Del resto de los precandidatos, Mussi es el más cercano a la Casa Rosada. Es por esta razón que en el entorno del diputado no descartaban una fórmula conjunta. La precandidatura de Domínguez arranca, además, con un apoyo de un dirigente con acceso irrestricto a Olivos. Un dato para tener en cuenta:  en la tribuna del programa  6,7,8 estaba Camilo Vaca Narvaja, novio de Florencia Kirchner y militante del Grupo San Martín. Pero los cambios en el tablero polìtico después de la conformación de la nueva alianza entre Macri, la UCR y Carrió, pueden despertar otras movidas desde el oficialismo. Por ejemplo, en las últimas horas se fortalecieron los rumores que señalan al ministro de Economía, Axel Kicillof, como probable compañero de fórmula de Florencio Randazzo. El propio titular del Palacio de Hacienda se encargó de alimentar los trascendidos, cuando utilizó una frase desafiante: “No vamos a dejar ninguna bomba, porque estamos pensando en quedarnos”. Queda claro entonces, que la propia Cristina está dando señales de que piensa manejar ella misma la cuadricula de candidatos del oficialismo, constituyéndose en lo que todo el mundo cree: la gran electora.

Entre Randazzo y Scioli la Tercera puso la firma “K”


Por Jorge Joury – El panorama político está en el punto más alto de ebullición. Después de la conformación de la nueva alianza entre radicales, el PRO y la Coalición Civica de Carrió, el resto de las fuerzas están barajando para dar de vuelta. El más perjudicado ha resultado el Frente Renovador, ya que Macri logró cooptarle una cantera rica en estructura nacional como es la UCR, fundamentalmente por los fiscales para garantizar la dura elección de octubre.

No obstante, la confrontación con Macri es vista desde el kirchnerismo como un escenario con ciertas ventajas. Primero desde lo discursivo, porque es una fuerza que está en las antípodas y en sintonia con los grupos de poder económico. Esto la hace apetecible al látigo pejotista. Y segundo, en lo numérico ofrece chances de ganarle. Daniel Scioli, quien es consumidor de encuestas y proyecciones, entendió ese giro y lo llevó a archivar un slogan. El año pasado arrancó, tras la derrota de 2013, a caminar por las provincias con la frase “continuidad con el cambio”. Ahora cambió de frente y fogonea sobre la idea del cambio que levanta Macri y lo acusa, como hace todo el peronismo K, de querer “tirar por la borda lo hecho por el Gobierno, desde la AUH a la estatización de las AFJP.
El gobernador entonces volvió a su hiperkirchnerización y en esa línea en las últimas horas antes de partir a Europa para el análisis periódico de su brazo amputado, montó una escenografía ultra K. Se mostró  con Estela de Carlotto que tiene a su hijo Guido en la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense. De manera directa o indirecta, Scioli -como el resto del universo oficial- parece hablar y actuar para una audiencia exclusiva y excluyente: la Presidenta.
Idéntico criterio han adoptado los caciques del conurbano, los arquitectos fundamentales para dar la madre de las batallas en Buenos Aires. Los alcaldes de la Tercera Sección Electoral, la más poblada en la geografía bonaerense, donde el peronismo es imbatible, pusieron este martes firma y sello de un alineamiento total con CFK, para bajarle la fiebre a los que apuestan iternamente a apurar las definiciones.
En esa dirección, uno de los jefes territoriales de mayor peso politico, el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, quien además es presidente de la Federación Argentina de Municipios, plantó un mojón. Al inaugurar el primer foro político denominado “La Profundización del Modelo Nacional”,  Pereyra afirmó que en esa franja territorial (La Tercera), “estamos unidos, independientemente de los candidatos nacionales, provinciales y de las aspiraciones personales. Abogamos mantenernos juntos y tomar decisiones conjuntas”.
Para que quede claro, Pereyra sentó las bases: “será la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien decidirá, porque es la única conductora de este modelo y quién está con nosotros permanentemente”.
Hace pocos días, tanto Scioli como a Randazzo habían tomado nota de los reclamos de estos alcaldes, en sendas reuniones por separado. Les transmitieron que la mayoría no quiere otra vez “el festival de colectoras”. No es para menos, en lo que está por venir, el oficialismo se enfrentará a la elección más difícil de las últimas décadas y con perspectivas de segunda vuelta, lo cual despierta el temor del voto “anti”, que podría ser letal para la continuidad del modelo.
Frente a este marco, Pereyra se convirtió en el malabarista político. Cuenta con el apoyo de los Mussi, tanto Patricio, intendente de Berazategui y precandidato a gobernador, como de su padre Juan José. En esa vereda también se ubica Mario Secco, de Ensenada y otros alcaldes. Todos son partidarios de esperar la señal de Olivos.

Scioli fue el primer invitado a la sede del Frente Nacional Peronista, más conocida como la Casa Néstor Kirchner, en San Telmo, donde Julio Pereyra oficia de anfitrión.  De los encuentros participan todos los jefes comunales de la Tercera: los de Avellaneda, Berazategui, Berisso, Brandsen, Cañuelas, Ensenada, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, La Matanza, Lanús, Lobos, Magdalena, Presidente Perón, Punta Indio, Quilmes y San Vicente.
El gobernador bonaerense fue acompañado de Federico Aurelio, su consultor, quien habló en primer lugar con los números de las encuestas en mano. Recién después tomó la palabra el gobernador para prometer que se sumará al reclamo para evitar las colectoras.
Otro de los invitados fue Florencio Randazzo, a quien no pudieron convencer de pelear la Provincia . “Ni loco”, cuentan que les respondió. Molesto por los números de los sondeos que les llevó Scioli, disparó que él los va a sorprender. En determinado momento Randazzo dejó estupefacto al auditorio, al señalar. “No quiero ser concejal, intendente, ni nada. Quiero ser presidente”.
Los intendentes le reprocharon a modo de sugerencia que ” no se puede decir que Scioli es igual a Macri y a Massa”. Le pidieron bajar el tono y abogar por la unidad. Dueños del mejor olfato por tantas batallas electorales, los caciques de la Tercera quieren que el candidato en la Provincia tenga una fuerte ascendencia territorial. Randazzo reúne esas condiciones y está avalado por una excelente gestión, como Julián Domínguez, de quien se cree que en forma inminente será el que tomará la lanza del ejército bonaerense, con miras al sillón de Dardo Rocha.
A su vez, los de la Tercera abrigan la esperanza que un hombre de esa sección sea al menos vice y mencionan al joven Patricio Mussi y a Fernando Espinoza como los predilectos. El reclamo tiene su esencia histórica. Los últimos tres vices : Graciela Giannettasio, Alberto Balestrini y Gabriel Mariotto pertenecen a esa sección. Además, cuando Balestrini quedó al margen por un ACV lo reemplazó el quilmeño Federico Scarabino. Quedó claro en las últimas horas que sectores del PJ están preocupados por la amenaza macrista. Por eso piden la unidad del peronismo y plantear un alineamiento total detrás de Cristina, tal como lo hicieron este martes los caciques del conurbano patrocinados por Fernando Espinoza y Julio Pereyra.
Un alto jefe de la Tercera me señaló en las últimas horas: “Cristina es la que conduce y hoy no hay otro liderazgo. Fieles a nuestra historia, aguardaremos que ella diga quien será el candidato. Mientras tanto, en una actitud democrática y cauta, seguiremos velando las armas”. Por el lado de la nueva alianza comenzó a percibirse olor a pólvora. Carrió salió a criticar a Macri por su mimetísmo con los grupos concentrados, por lo que fue la cena para recaudar fondos de campaña y donde los poderosos mostraron tenedor y cuchillo. Es más, algunos dicen que se les hizo agua la boca para recibir al nuevo espacio.

Cumbre borrascosa en el FR y con pedido de ambulancias


LA PLATA.- 
Algunos dan por hecho que Felipe Solá se bajará de la candidatura a gobernador de Buenos Aires. Otros aseguran que Baldomero Alvarez de Olivera, el ex intendente de Avellaneda, está haciendo las valijas para mudarse al sciolismo. Están además los que murmuran que Jesús Cariglino, el jefe comunal de Malvinas, hoy más cerca de Macri, viene con una lapicera para hacerse valer en el armado de listas, sinó pega el portazo. Otros rumores dan cuenta de que Darío Giustozzi retomó sus conversaciones con el randazzismo, porque se siente palos en la rueda frente a De Narváez, que cada vez abre más frentes de conflicto acusando a los docentes bonaerenses y a los médicos, de ñoquis.
Estos son solo algunos de los matices de la espuma que saldrá a la superficie este sábado en el planeta “Distinto”, cuando Sergio Massa inaugure la cumbre en San Martín para definir postulaciones y estrategias. Las turbulencias se acrecientan para el líder del FR, en razón de los frentes abiertos en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral de mayor peso en el armado nacional de su candidatura.
Por estas horas, Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera, es uno de los más enojados. El senador se sale de la vaina, porque en su entorno aseguran tuvo a su cargo el armado del masssismo en las provincias de Misiones, Santiago del Estero, Mendoza y Neuquén y según trascendió, luego de dialogar y convencer a varios dirigentes locales para que se sumen al massismo, desde Tigre le fueron desarmando su estructura hasta lograr que pierda todo el juego que fue construyendo.
San Martín es el distrito elegido por Massa para contener mañana a su tropa. Allí gobierna Gabriel Katopodis, uno de los intendentes leales a su espacio. La comuna tiene su referencia histórica: forma parte de la primera sección electoral bonaerense, uno de los bastiones de su victoria legislativa en 2013.
Según pudo saberse, durante el encuentro quedará conformada la “Mesa Provincial Massa Presidente” y quienes la integren serán los encargados de proclamar a las dos fórmulas que irán a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto próximo a competir.
El ganador seguirá en carrera con el norte puesto en la gobernación bonaerense.
En las últimas horas, durante su paso por la Legislatura provincial, Massa se reunió con sus legisladores para calmar la fiebre, aunque la medicina que empleó no habría surtido efecto. Oficialmente se informó desde el Frente Renovador que fue una reunión “para avanzar en temas de seguridad y justicia” en suelo bonaerense. No obstante, testigos de ese cónclave aseveran que “los gritos” que emanaban del Salón de los Escudos “se escucharon en todos los pasillos del Senado” provincial.
El diputado nacional Gilberto Alegre admitió que fue una reunión acalorada. “No hay ningún problema” sostuvo durante su visita al programa Plan M de su edición del jueves 26 de marzo. “Ustedes no llegan a junio, después de Semana Santa desaparecen”, chicaneó el senador sciolista y quilmeño, Alberto De Fazio, en la semana de los Derechos Humanos.
Los motivos de la explosión en cadena tienen que ver con el posible recorte de las nóminas bonaerenses, lo cual generó un efecto cascada con dirigentes amenazando con dar el portazo si quedaban fuera de carrera. Ahora, fuentes del massismo subrayaron que el comando sabático se encargará de “la aprobación de las fórmulas” bonaerenses, para lo cual dispondrá de hasta un mes de plazo.
Pero ese no es la única piedra en el camino del tigrense. La travesía tendrá su capítulo deternimante en el plano territorial, donde habrá que desmalezar distritalmente sin heridos y no permitir el ingreso de ambulancias de otras fuerzas que quieran asistir a los despechados.
Otro de los frentes que vaticinan tormentas, tiene que ver con que ninguno de los coroneles provinciales le asegura una victoria clara a Massa sobre el Frente para la Victoria. Al menos eso es lo que están marcando la mayoría de las encuestas que en la última semana circularon por los medios, que muestran al tigrense tercero, detrás de Scioli y de Macri.
El eje de otro de los remolinos en el FR es el intendente de Malvinas, Jesús Cariglino, del que se cree que llegará con la lapicera en mano y sinó le conceden espacios en las listas para sus centuriones, dará un portazo y se irá con Macri. El alcalde parece haber sepultado su deseo de postularse a la gobernación. Su obsesión pasa hoy por anotar la mayor cantidad de nombres propios en las listas de candidatos a legisladores bonaerenses.
Con escasa operatividad en territorio bonaerense, el PRO podría ofrecerle a Cariglino más espacios en las listas que el FR. Más diputados y senadores es una tentación.Significa mayor poder y recursos. Pero, aunque en sus vitrinas exhiba hospitales construidos, batallas ganadas al kirchnerismo y más de un salvataje a otros intendentes, Cariglino en el FR no deja de ser un intendente más, al que algunos recuerdan como un duhaldista incondicional.
Por el lado de los amarillos , el escenario es distinto: sólo hay un intendente puro (Jorge Macri, de Vicente López), mientras que el resto de los aliados que se sumaron en los últimos días vienen o fueron parte del radicalismo . Desde Gustavo Posse el sanisidrense, que quiere competir con María Eugenia Vidal por la gobernación, hasta los jefes comunales del interior que enviaron guiños a Macri. Al lado de esos socios, un Cariglino amarillo aparecería exageradamente como la encarnación misma de Perón.
Pero el malvinense aún esta dubitativo para dar el salto. Una de sus razones es la realidad que enfrenta Posse, quien todavía no consigue la bendición del PRO para pegar su candidatura a la boleta presidencial de Mauricio Macri, más tentadora que la de Ernesto Sanz.
Otro factor es el tiempo. Antes de dar un paso adelante, Cariglino preferiría esperar a que termine abril y ver cómo quedan parados Macri y Massa después de los comicios en Capital Federal, Mendoza, Salta y Santa Fe.
El problema es que Massa quiere cerrar cuanto antes las disputas bonaerenses y mostrar, mañana, en un acto en San Martín, que el FR está sólidamente unido detrás de su candidatura. El tigrense pretendía también alzar las manos de Francisco De Narváez y Darío Giustozzi como sus precandidatos a gobernador, pero la bronca que desató esa posibilidad lo habrían convencido de lo contrario.
Cariglino, prometió poner un pie en el cónclave de San Martín, aunque aclaró que si hay agravios, da media vuelta y se va. Lo que realmente quiere saber el alcalde es cómo se decidirán los cupos en las listas de legisladores. No es el único intendente que teme que Massa acompañe la candidatura de De Narváez con una lista de legisladores propios y pocos espacios para los jefes comunales. Algunos dirigentes aseguran que ya hay un pedido de ambulancas para recoger a los heridos. Habrá que ver como titula el diario del domingo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Nueva alianza, la vieja politica y los heridos de Gualeguaychú


Por Jorge Joury|

Las alianzas políticas son riesgosas y siempre dejan heridos por el camino. Más aún, cuando están en las antípodas, como es el caso de la UCR, acostumbrada a caminar por la centro izquierda . Ahora  deberá cambiar el paso hacia la derecha para convivir con el PRO y la siempre volcánica Coalición Cívica de Elisa Carrió. Nadie sabe cómo terminará la alquimia, a la que algunos comparan como el agua y el aceite. Lo cierto es que la decisión de la UCR  de jugar en una interna con el macrismo, además de dejar al descubierto la grieta de uno de sus sectores, marcó un interrogante respecto al futuro de la unidad del partido centenario y la vigencia de el histórico lema: “que se doble, pero que no se rompa”.
Si bien se trata de un espacio orgánico y todos habían manifestado en la previa que acatarían la voluntad final, en el cobismo ya evalúan como se desenvuelve Stolbizer entre las ruinas del FAUnen. En la primera consecuencia institucional del acuerdo del radicalismo con el PRO, Nito Artaza anunció su renuncia a la mesa del Comité Nacional de la UCR. El senador sostuvo que la alianza desperfila al partido y lo lleva a una “ruptura”. “No puedo acompañar al presidente (Ernesto Sanz). No puedo estar ahí después de esta decisión”, planteó. En este sentido, acusó a la dirigencia que encabeza Sanz de haberse alejado de “lo que piensa la mayoría” de los afiliados, uniéndose “a las corporaciones y la centroderecha”.
El futuro del radicalismo ahora pende de un hilo. Será crucial el mensaje que empiece a dar Ernesto Sanz, ya no a los que apoyaron su acuerdo con el PRO, sino hacia los perdedores de Guleguaychú. Aquellos convencionales que le dijeron que no al nuevo armado y que ahora, malheridos y decepcionados, pueden torcerse hacia otros rumbos, fragmentándole el voto a la UCR. El desafío será de qué manera contener a ese 40% que no acompañó y que aún sangra por la decisión de la Convención. A Sanz le espera un trabajo titánico. También deberá lidiar con Elisa Carrió para empezar a bajarle el tono de sus declaraciones altisonantes. Con sus dotes de vidente, Lilita ya anticipa públicamente  una victoria en primera vuelta, además de pregonar que “nadie pierde su identidad. Es toda gente de centroderecha o centroizquierda, pero más bien gente que coaliga en el centro”, dijo Lilita, tratando de surcir las vestimentas desgarradas.

UN 40% DE DESENCANTADOS

Los  heridos de Gualeguaychú ya ni siquiera solo miran el armado de las listas o las repartijas de cargos, sino que hasta sospechan de los términos programáticos y de gestión que pueda construir esta nueva alianza. Para estos desencantados, pasa a ser fundamental Stolbizer y su predisposición a tenderles una mano a los que se fueron de la Convención con la cabeza baja. Por un lado está Ricardo Alfonsín que tuvo que digerir la derrota y se llevó la mochila con la responsabilidad de trabajar en “el candidato propio” para la Provincia. Por el otro, Julio Cobos, al que más favorecían las encuestas y que dio un discurso de cierre de una etapa y ya enfoca hacia los restos del FAUnen para intentar llevarse el 40% del rechazo al acuerdo, hacia la candidatura de Margarita Stolbizer. Si la dirigente decide largar, tal vez pueda aglutinar la angustia de los jovenes que se sienten frustrados. Lo cierto es que en términos electorale, ese 40% puede darse por fuera o por dentro del espacio. Todo dependerá de si Sanz sabe desenredar la madeja que el mismo armó en el camino hacia la interna con Macri. Los ecos de Gualeguaychú mostraron entre otras cosas, que a la nueva alianza la bancó lo que fue la Coordinadora. Un progre o ex progre, como Aníbal Reynaldo, intentó explicarla con una apelación a los 70: habló de “la contradicción fundamental”. Otro, Federico Storani, se llevó la peor parte. Pasó del ala izquierda de Alfonsín a portavoz del acuerdo con Macri. Se llevó como premio el abucheo de parte de la barra. Hablan también que el legendario Coty Nosiglia estuvo detrás de la jugada del acuerdo con el PRO, todo un signo de que la vieja política toma ímpetus para volver al ruedo.

TRAS LAS MIELES DEL PODER

El radicalismo irá a las PASO del 9 de agosto con el PRO de Mauricio Macri y la Coalición Cívica. Sería en el marco de una alianza que podría llamarse “Juntos por la Argentina”, destinado a evitar la fragmentación opositora y que siga gobernando en el país el peronismo. El objetivo del centenario partido es mantener su estructura en el Congreso, ganar al menos ocho gobernaciones y volver a recuperar las mieles del poder. Macri, en cambio, beneficiado por la estructura nacional de la UCR, sueña instalarse en el sillón de Rivadavia.
Lo que está por venir no será fácil. La discusión entre ambas fuerzas se centrará de aquí en más en la materialización de ese acuerdo, que contempla listas legislativas unificadas, cargos radicales en un futuro gabinete macrista, el cierre de nuevos vínculos provinciales y la firma de un compromiso programático básico entre ambas fuerzas.
Ya es un hecho que habrá listas de legisladores unificadas, integradas por las tres fuerzas. Es por eso que la primaria de agosto entre Sanz, Macri y Elisa Carrió para definir al candidato presidencial del espacio, será, en rigor, testimonial porque los tres llevarán la misma boleta nacional. Este punto es clave para la supervivencia de la UCR en el Congreso porque Macri lleva una ventaja en las encuestas que va de los 25 a los 30 puntos, irremontable para Sanz y Carrió, que no superan el 5% de los votos. Sólo en los distritos en los que sea imposible un acuerdo, se competirá con listas distintas.

LA DISCUSION DEL FUTURO GOBIERNO

En cambio, existe en el radicalismo una discusión sobre la conveniencia de integrar un futuro gobierno macrista, de llegar a la Casa Rosada en diciembre. Hay quienes creen que la UCR debería quedarse con la jefatura de Gabinete y al menos tres ministerios. Otros, temen que las diferencias ideológicas genere cortocircuitos insuperables. Es por eso que los hombres de Sanz pretenden que Macri firme una propuesta programática que constituya el núcleo básico con el que deben coincidir ambas fuerzas. Además de la defensa de las instituciones, en el borrador figura el compromiso por el manejo estatal de hidrocarburos y las jubilaciones, así como la continuidad de la Asignación Universal por Hijos.
Otro de los interrogantes a resolver es el futuro del senador jujeño Gerardo Morales, quien proponía una alianza amplia con Sergio Massa y tiene un acuerdo cerrado con el tigrense en su provincia. A todas luces, el líder del Frente Renovador fue el gran perjudicado por la decisión radical. Y si bien la Convención votó un artículo que habilita a las provincias que votan junto a la presidencial (Jujuy, Formosa, La Rioja, Catamarca y Santa Cruz) está la posibilidad de que los candidatos radicales lleven tanto la boleta de Macri como la de Massa para no hacer caer sus acuerdo locales. Habrá que ver si lo acepta el PRO que, envalentonado por las encuestas, se golpea el pecho con la intención de quedarse con todo.La interpretación que hacen algunos politólogos es que el macrismo se ha devorado al radicalísmo y que la fuerza centenaria vuelve a perder otro turno en la disputa por el poder real.  El efecto entusiasmo ha ganado a la oposición, mostrando al arco antiperonista unido en la foto, pero no hay pruebas que lo sostengan.

Un escenario que pone patas para arriba el tablero polìtico


Por Jorge Joury

El mosaico político de la argentina  ha sufrido un cambio sustancial, que obliga a casi todas las fuerzas a barajar y dar de vuelta de cara a una elección con pronóstico reservado. El nuevo escenario tiene que ver con el impacto que provocó la decisión de la Convención Nacional del radicalismo de conformar una alianza con el PRO de Mauricio Macri y la Coalición Civica de Elisa Carrió. Ese entendimiento cambia de plano las estrategias del peronismo de ganar en primera vuelta con un caudal apenas superior al 40% de los votos, pero con una diferencia de más de 10 puntos respecto de la segunda fuerza. Por estas horas aquel deseo parece una quimera y la realidad se acerca más al pronòstico de la mayoría de las encuestadoras que vienen vaticinando un casi seguro escenario de segunda vuelta. Es que hoy agrupados, el radicalismo, el PRO y la CC pueden aspirar, por lo menos, al 35% de los votos.
Quince años después de aquella experiencia fallida, la UCR vuelve a darse la oportunidad de armar una alianza en función de la conquista del poder. Antes lo hicieron por centrizquierda con Chacho Alvarez y hora será por centroderecha con Macri, una mezcla difícil de digerir sobre todo para el paladar de los alfonsinistas. Es lógico entonces  que desde el oficialismo aprovecharán la ocasión para darle la bienvenida recordando a la vieja Alianza.
Es evidente que la conformación de un polo opositor fuerte aleja definitivamente las chances de un triunfo en primera vuelta. El Gobierno necesita ahora que tanto Sergio Massa como Margarita Stolbizer se mantengan como opciones presidenciales para dividir el voto opositor y restarle posibilidades a Macri. Es consciente, de todas maneras, de que con el esquema de primarias que actuará como primera ronda, la polarización se dará directamente en las generales de octubre.
Pero de la galera  del peronismo siempre aparecen sorpresas.Tal vez una de ellas sea la irrupción en las últimas horas  de miles de afiches proponiendo a Cristina Kirchner para competir pòr la gobernación de la provincia de Buenos Aires, para lo cual constitucionalmente no tiene ningún impedimento.
Los pegatina lleva la firma del  sector denominado “La Hora de los Pueblos”, que conduce Gustavo “Pata” Álvarez, el que se autodefine como un histórico operador del PJ en la Provincia. Es más, en su enorno se jactan del contacto fluido que mantiene con los principales intendentes del Conurbano. La idea de Álvarez, apunta a bajar las candidaturas de todos los dirigentes kirchneristas que amagan con lanzarse en la Provincia y empezar a trabajar en una eventual postulación de Cristina Kirchner. No obstante, quienes conocen la entretela del poder sostienen que es muy difícil motivar algún tipo de decisión de la jefa de Estado a través de un operativo clamor. “Cristina va a ser candidata si ella quiere serlo, no porque se lo pida alguien”, aseguran desde Balcarce 50. Hasta ahora la jefa de Estado se mostró reticente a competir por un cargo en octubre, aunque el rumor que mas fuerte la coloca encabezando  la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires, a fin de traccionar votos.
Mientras tanto, en este mar de especulaciones, Scioli es quien vela las armas. Cree que la definición del radicalismo detrás de Macri obligará a los gobernadores del PJ a apurar una lista de unidad detrás de su candidatura. Randazzo, en cambio, insiste en pegarse a Cristina Kirchner y apunta que será la Presidenta la que marque los tiempos electorales dentro del oficialismo. En una difícil misión: los dos buscarán salir a la caza de radicales y massistas desencantados.
Por las dudas, en la gobernación el estado mayor sciolista levantó la guardia. En los pasillos de la residencia de la calle 6 se comenta que Scioli dio órdenes  de prepararse para todos los escenarios electorales posibles.
“Lo único que Daniel no piensa resignar es su proyecto presidencial. Está frente a los cuatros meses más difíciles de su vida y el desafío mayor de su carrera. Por su trayectoria deportiva, tiene alma de competidor y lo hará con todas sus fuerzas”, aclaró una de sus primeras espadas. En tal sentido, en la hoja de ruta del ex motonauta, hay cuatro rutas posibles. Una es acordar con Cristina las listas de candidatos a gobernador y legisladores nacional, con poder propio para proponer nombres.
Otra  es que cada precandidato presidencial del oficialismo lleve su lista propia, bajo una eventual postulación de Cristina Kirchner como candidata a encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires o integrar el Parlasur.
La menos probable por ahora, es que el Frente para la Victoria presente  una lista de unidad con un solo postulante a presidente. La última y la menos deseada, es que Scioli tenga que presentarse con partido propio si lo marginan del armado, o si la Presidente bendice a Florencio Randazzo.
En la mesa chica del gobernador están pendientes de las movidas presidenciales. Nadie sabe cual será la jugada final  y a quien de los candidatos apuntará el dedo de CFK. Lo que se comenta en la entretela naranja es que hace meses que el gobernador no tiene diálogo directo con Cristina y que solo se ven en actos públicos. No obstante, los voceros reconocen que ha tenido encuentros muy amables con Máximo Kirchner. Lo mismo que con el hoy secretario general de la Presidencia, Eduardo Wado de Pedro, al que Scioli tiene muy en cuenta para su futuro armado político.
Otro de los frentes que ocupa la atención del mandatario, es el  vínculo político con intendentes y gobernadores del PJ. En su círculo íntimo dicen que está en la “política metro a metro” como nunca antes. El único objetivo es hacer crecer su liderazgo sin confrontar con el kirchnerismo, con quien ha convivido durante 12 años.
El rival a vencer es Macri con quien polariza con el doble propósito de sacar de la cancha a Sergio Massa, del que casi no habla, aunque lo observa de reojo. En lo que tiene que ver con Randazzo, en la gobernación reconocen que subió unos puntos en intención de voto, pero aseguran que está lejos de alzarse como un adversario de peso en la interna.
Mientras tanto, Macri apura acciones de gobierno para que el electorado no lo confunda con De la Rúa. Es el fantasma que más lo perturba. Sabe que el oficialismo intentará herirlo por ese lado y por las dudas ya se colocó el chaleco antibalas.También deberá cuidar que Carrió se mantenga a raya y no provoque un batifondo de última hora como lo hizo en UNEN, lo cual podria ser catastrófico para el PRO.

La reelección del proyecto con Cristina y Máximo en las listas


Por Jorge Joury

La Presidenta  puso en marcha la estrategia para mantener el poder hasta su último minuto de gobierno. Ubicará en el centro de la escena la “reelección del proyecto” como un valor superior a las precandidaturas presidenciales del Frente para la Victoria que dirimen fundamentalmente, Daniel Scioli y Florencio Randazzo.

La idea es dejar a ambos candidatos en segundo plano. La jugada quedó en claro el jueves al hablar ante sus militantes, tras anunciar los aumentos de montos y beneficiarios de planes sociales. A modo de spot publicitario CFK advirtió “a quienes no nos votan, asegúrense que ese al que votan les pueda seguir dando las cosas que les acercamos en estos 12 años”.
“No caben dudas de que el proyecto es ella y no hay otro liderazgo. Hoy no hay nadie que supere los 40 puntos de aceptación como tiene Cristina”, me señalaba en las últimas horas uno de los principales caciques de la Tercera Sección Electoral, como para dejar en claro que todos los caminos conducen a ella.
Por esta razón, hay  quienes desde el riñón ultra K fogonean a Cristina para que encabece la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires en las elecciones del 15 de octubre próximo. Su campaña será plebiscitar “el proyecto”, aseguran los más entusiastas, creyendo que su nombre en la boleta va a traccionar muchos votos para el candidato oficialista. La intención se observó claramente cuando Cristina les agradeció a sus militantes la movilización del 1° de marzo último ante el Congreso y dijo la palabra clave: “No acompañaron a una mujer ni a una presidenta, sino a un proyecto político”. Era la llave maestra para que la militancia contestara con el estribillo: “Borombombón.. para el proyecto la reelección”.

ESTAN NOTIFICADOS

Los rumores señalan que desde la Casa Rosada ya les notificaron a algunos gobernadores e intendentes, que las listas de candidatos a diputados y senadores nacionales del Frente para la Victoria (FPV) se armarán en la quinta de Olivos. En tren de certezas, es probable que la Presidenta encabece la de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y su hijo Máximo Kirchner lidere la de Santa Cruz. El arquitecto del andamiaje es Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnico de la Presidencia, mano derecha de Cristina y nuevo hombre fuerte en el PJ nacional. Será él quien tratará de imponer la postura de Olivos frente a los mandatarios provinciales. Además diseñará todas las listas de diputados del país junto con Cristina y con Maximo.  Zannini ya avisó que en cada distrito habrá una lista única de legisladores nacionales, que irá colgada de la boleta de todos los precandidatos presidenciales que compitan en las PASO del 9 de agosto.
Un ejemplo concreto es que si Cristina o Máximo son candidatos a diputados nacionales, irán en las las boletas tanto de Daniel Scioli como de Florencio Randazzo, ambos precandidatos a presidente por el FPV. La estrategia apunta a que todos los candidatos a legisladores nacionales del FPV en cada provincia se garantizarán no tener competencia interna en las PASO y sacar más votos que cada precandidato individualmente. Las versiones dan cuenta que probablemente  CFK también encabece en forma simultánea la lista única de candidatos a legisladores de la Unasur por el FPV, que se elegirá por distrito único, es decir, será la misma en todo territorio nacional.

EL BRAZO FUERTE DEL FPV

 El segundo propósito es “la reelección del proyecto”, algo que solo ella representa. CFK quiere ser la jefa del FPV aun desde el llano y con ese objetivo  quiere sumar 50 o 60 diputados incondicionales por completo y no influenciables por Scioli ni Randazzo. De esa forma se aseguraría la llave de la gobernabilidad del futuro presidente, sea oficialista u opositor. Si es Scioli o Randazzo, ella buscará ser socia en partes iguales. Si gana Macri o Massa, sería jefa de la oposición y condicionaría al futuro gobierno.
Para desalentar las versiones de que Cristina alentaría el triunfo de Macri, más aún después de su alianza con los radicales, en los pasillos de la Casa Rosada se comenta que se encuentran a estudio diversas medidas económicas que impactarán en los bolsillos de la gente. En tren de traccionar votos, habrá aumentos en los planes sociales, mejoras para los jubilados y lineas de crédito a baja tasa. Además la idea es mantener encapsulado al dólar y cuidar que los incrementos que se pacten en las discusiones paritarias no superen el 30% para  no generar inflación.
En lo que tiene que ver con los movimientos en el terreno partidario,  se asegura que la Presidenta continuará con sus latigazos públicos hacia Daniel Scioli, su candidato más competitivo. Lo que quiere Cristina es que quede claro que, más alla del color naranja, la única bandera es ella . Se mostrará entonces como la administradora de premios y castigos dentro de sus filas. Es parte de una estrategia:  mantener la rienda tensa, ya que rigoreando a Scioli, Cristina tabica el temido reclamo de gobernadores e intendentes para que se apure la consagración del candidato presidencial.

 VOCES EN EL CONURBANO

 Los que observan atentamente los movimientos, son los jefes territoriales peronistas, principalmente los del conurbano bonaerense. Estos levantan sus quejas porque sus oponentes locales crecen ayudados por la tracción de candidatos opositores ya definidos, como Mauricio Macri o Sergio Massa, mientras ellos todavía no saben quién les va a llevar la bandera en la elección principal. Sus interlocutores del Gobierno les han dicho que Cristina es la única en condiciones de conducir al peronismo a la victoria.
La jefa de Estado sabe que el día que bendiga un candidato oficialista, la foto inevitablemente se le pondrá amarilla y se le licuará el poder.  Llevar la definición al punto límite, es parte del plan para mantenerse en el centro de la escena y ser la Gran Electora. En el mientras tanto, CFK jugará a varias puntas, alentando por momentos candidaturas alternativas, sin necesariamente casarse con ningún competidor. En los últimos treinta años hay muy pocos ejemplos de presidentes que hayan caminado los últimos meses de su mandato con tanto poder como el que hoy mantiene Cristina Kirchner.